El padre del chofer del micro que volcó el domingo último en San Rafael, con un saldo de quince muertos y treinta heridos, fue dado de alta médica y se negó a declarar ante la fiscal alegando “razones emocionales”, en tanto que el coordinador del grupo de jóvenes, aún internado en San Rafael, declaró no recordar lo sucedido al momento del accidente porque iba durmiendo.
Según se informó desde el Ministerio Publico Fiscal de Mendoza, Jorge Pinelli, de 55 años, chofer y padre del conductor fallecido, se presentó ante la segunda fiscalía correccional de San Rafael a cargo de Florencia De Diego y “se abstuvo de declarar por no estar en estos momentos en una situación emocional óptima que le permita realizar la declaración y contestación de preguntas de la fiscal”. “Esta abstención de declaración es un derecho que le asiste, dado que dicha situación emocional responde al fallecimiento de su hijo en el accidente”, se indicó en el marco de la investigación de la causa abierta por “homicidio culposo doblemente agravado”.
Sin embargo, Pinelli, que permanece en libertad en San Rafael sin poder regresar a Buenos Aires, dejó constancia en el expediente de no tener inconveniente de asistir a prestar declaración en una próxima citación.
De Diego tomó declaración testimonial también al profesor y coordinador del grupo de chicos del estudio de danzas, Claudio Giménez (41), aún internado en la sala de terapia del Hospital Español de San Rafael, con pronóstico “estable pero con muy buena evolución”, según el parte médico. Giménez “declaró no recordar cómo fue el accidente ya que estaba dormido y recuerda haber despertado en el hospital”.
Se informó además que ya se agregaron al expediente todas las partidas de defunción de las víctimas y el sumario policial para avanzar en la investigación de la causa abierta por “homicidio culposo doblemente agravado”, aún sin imputados dado que el conductor falleció en la tragedia.
A tres días de ocurrido el trágico vuelco del micro que se cobró la vida de 15 personas en San Rafael, se suman los testigos que hablan de una falla mecánica en la falta de frenos del rodado y la Justicia mendocina avanza en la causa.
Fuentes de Vialidad provincial que estuvieron en el lugar del vuelco explicaron que el micro salió del valle de Las Leñas por la ruta 40 y tomó la 144 y antes de tomar la curva de la Cuesta de los Terneros, donde ocurrió el accidente, suponen que el motorman se quedó sin frenos, se abrió en plena curva para pasar a un automóvil Renault 12 que iba en mismo sentido y ahí se inclinó hacia el costado izquierdo, chocó contra el cerro lindero y volcó. “Ese vaivén fue el que produjo que los viajeros, que iban sin cinturón de seguridad, se inclinaran hacia un costado del micro y muchos salieron despedidos por las ventanillas y aplastados”, explicaron los peritos.
Mientras avanza la investigación, muchos son los testigos que dicen que el chofer gritó “que se había quedado sin frenos”, tal cual declaró Claudio Sosa, según lo que le dijo su hermano, quien estuvo internado tras sufrir una lesión en su cabeza.
Asimismo, Diego Merle, padre de una chica ilesa que viajaba en el micro, relató también que “cuando el micro se inclinó, una compañerita se le cayó a mi hija encima, ella la ayudó y la agarró. Con el peso, ambas salieron despedidas por la ventanilla y salvaron sus vidas”. “El chofer gritaba que se quedaba sin frenos”, coincidió en el relato al igual que otros testimonios de allegados a las víctimas.
La fiscal Florencia De Diego recibió a la esposa del conductor muerto en el accidente y propietaria del colectivo que contrataron los integrantes de la escuela de danzas “Soul Dance Studio” para viajar. La mujer prestó declaración testimonial no indagatoria, pero quedó “sujeta a proceso y en libertad, dependiendo de una serie de reglas de conducta, como por ejemplo avisar a la Fiscalía que se ausentará de su domicilio durante un tiempo prolongado”, informaron judicialmente.
Mientras tanto, aún permanecen tres heridos internados en Mendoza.
En el hospital público de San Rafael Teodoro Schestakow permanece Yamila Quevedo (16), quien está estable, se le retiró la asistencia respiratoria y continúa con pronóstico reservado en terapia intensiva pediátrica.
En el Hospital Español de San Rafael aún continúa internado Claudio Giménez (41), cuya condición es estable con muy buena evolución y en el hospital pediátrico Humberto Notti de la capital provincial permanece Agustina Leiva (7) “en estado crítico, en ARM (asistencia respiratoria mecánica) con distrés respiratorio y pronóstico reservado”.