La foto es impactante. Un grupo de personas rodea una bola de fuego. Un libro vuela por los aires. Es un libro de Harry Potter. Los jóvenes participan de una quema de objetos organizada por un pastor de Tennessee. Además de las aventuras del joven mago, tomos de Crepúsculo y obras de Disney corren el mismo destino.

Lo hicieron por considerar que estas obras tienen "influencias demoníacas". El mismo estado fue noticia hace unas semanas después de que el consejo escolar retirara “Maus” de Art Spiegelman de la currícula.

"Tenemos un derecho constitucional y bíblico para hacer lo que vamos a hacer. La brujería y las cosas malditas deben desaparecer", dice en un video el pastor Greg Locke, líder de la Global Vision Bible Church.

"Junten todas sus cosas de Harry Potter. Que los haters se rían todo lo que quieran. No me importa. Es brujería al 100 por ciento", aseguró el pastor. Pidió también hacer arder cartas de tarot, tableros de ouija, cristales sanadores y "todo lo otro que esté relacionado con lo oculto"

Esta no es una escena nueva en Tennessee. En 2019, una escuela de formación católica retiró los siete libros que integran la saga del mago con el argumento de que sus páginas "contienen maldiciones y hechizos reales".