La Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó este viernes la lista enfermedades mentales en la cual incorporó por primera vez la adicción a los videojuegos.
La undécima Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS (ICD-11), que es utilizada por los profesionales de la salud para estandarizar su labor, codifica 1,6 millones de casos clínicos.
Es la primera revisión de la lista en 30 años, y es clave, ya que en esa época no existía esta problemática.
La OMS busca con esta inclusión mejorar las estadísticas sobre adicción a los videojuegos en el planeta.
Argumentaron que antes de esta estandarización los estudios ofrecieron cifras variables sobre la prevalencia del trastorno, que oscilan desde el 1 % de la población hasta incluso el 50% en Asia.
La ICD-11, elaborada con datos de más de 90 países es digital, sin versión en papel, e incluye también novedades en materia de medicina tradicional y salud sexual.
Los síntomas de la adicción a los videojuegos
Según explicó el pasado año el jefe del equipo de la OMS que recopiló la lista, Robert Jakob, signos como no poder parar de jugar en internet o con una consola, desatender las amistades o el trabajo a causa de ello, en periodos superiores a un año, pueden ser síntomas de esta adicción.
La inclusión de este trastorno no estuvo exenta el pasado año de polémica debido a la pandemia de coronavirus. Por eso, la industria de los videojuegos alzó la voz, argumentando que no había bases sólidas para considerar esta adicción una enfermedad mental.
Cómo luchar contra la adicción
Los especialistas aconsejan una serie de pautas para controlar la adicción a los juegos:
- Establecer límites al acceso a los videojuegos.
- Mantener los dispositivos fuera de los dormitorios.
- Utilizar aplicaciones o extensiones para bloquear el acceso a los videojuegos.
- Buscar otros pasatiempos.
- Tratar a los videojuegos como una recompensa diaria por terminar otras tareas.
- En caso de una adicción severa acudir a un profesional.