Al menos tres personas fueron detenidas este sábado en Australia en una multitudinaria protesta en varios puntos de su capital, Canberra, donde miles de personas se manifestaron en contra la obligatoriedad de las vacunas y restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus.
Según la televisión estatal ABC, uno de los arrestados cruzó con su vehículo la barrera de un control policial, mientras que otros dos quebrantaron el orden público en una violenta jornada en la que un centenar de manifestantes saltaron la valla que rodea el Parlamento.
Si bien los convocados llevan ocupando varias zonas de la capital desde finales de enero, la Policía reconoció que en las últimas horas se produjo una "afluencia significativa" de personas en un parque del centro de la ciudad, desde donde marcharon hacia la sede del congreso australiano.
Scott Morrison, primer ministro de Australia, reconoció en rueda de prensa el derecho de protesta de los manifestantes, pero les pidió que lo ejercieran de forma pacífica y recordó que las vacunas sólo son obligatorias para algunos empleados del sistema sanitario.
Australia, uno de los países que más restricciones impuso para frenar la pandemia, contabiliza 2,88 millones de casos y 4.543 fallecidos. Más del 90 por ciento de su población objetivo tiene la pauta completa de vacunación y más del 40% recibió la dosis de refuerzo.
Francia: la policía prohibió protesta de grupos anticovid
Miles de opositores al certificado de vacunación se movilizaron en caravana desde distintos puntos de Francia y acampaban este sábado en la periferia de París, donde la policía blindó los accesos para impedir que se replique la protesta vehicular que empezó en Canadá y se expandió a varias partes del mundo.
Casi 7.200 policías y gendarmes "se desplegaron para hacer respetar las prohibiciones de las caravanas de vehículos", indicó la prefectura de policía de la capital. En las calles parisinas también aparecieron vehículos blindados de la gendarmería, algo que no ocurría desde las manifestaciones de los chalecos amarillos a finales de 2018.
El primer ministro Jean Castex prometió ser inflexible ante este movimiento: "Si bloquean la circulación o intentan bloquear la capital, hay que ser muy firme". La heterogénea movilización de opositores de la gestión anticovid del presidente Emmanuel Macron y de chalecos amarillos se inspira en la protesta que paraliza la capital de Canadá, Ottawa, en contra de la reglas de vacunación por la pandemia.