El primer actor, Joaquín Furriel, habló sobre la nueva obra de teatro que está protagonizando junto a Juan Leyrado y Florencia Raggi, "Ella en mi cabeza".
Adrián (Joaquín Furriel) llegó a un punto en el que ya no puede vivir más con Laura (Florencia Raggi), su mujer, pero tampoco sin ella. Adrián es un manual viviente de contradicciones, miedos, angustias, celos y más celos; expuestos por un inconsciente que no para de hablarle y atormentarlo. Se trata de un caso exquisito para el análisis agudo de Klimovsky (Juan Leyrado), su mordaz terapeuta, quien ahonda donde más cuesta: ¿Qué lo une realmente luego de tantos años juntos?
"Ella en mi cabeza" es el primer texto teatral escrito y dirigido por el actor Oscar Martínez y se estrenó originalmente en 2005 en el Paseo La Plaza; convirtiéndose en uno de los mayores éxitos de la década, recibiendo el premio ACE a la mejor obra nacional y 5 premios Estrella de Mar. Es además una de las obras teatrales argentinas más producidas en el extranjero. En la nueva puesta, la obra está dirigida por Javier Daulte.
En diálogo con AM750, su protagonista, Joaquín Furriel, explicó que, si bien "no está habituado a contar historias maritales", esta obra es un desafió sobre todo por "lo que la comedia propone" y porque es "muy inteligente" el texto que escribió Oscar Martínez.
En el mismo sentido, habló sobre el director, Javier Daulte, con quien ya había trabajado el actor en "Lluvia constante" y lo describió como una persona "muy minuciosa" que "trabaja para que la obra siga creciendo y no muchos directores lo hacen".
Con respecto a su personaje, "Adrián", señaló que es "muy físico" y que Daulte "encontró que para que yo pueda habitar este personaje, la mejor zona era una en donde el personaje estuviera muy vulnerable".
"Cuando uno estudia tiene la posibilidad de pensarse"
El actor sostuvo que "cree en la formación", ya que "ser estudiante te permite poder aprender, tener diferentes herramientas y poder aplicarlas en diferentes momentos".
"Es bueno porque, cuando uno estudia, tiene la posibilidad de pensarse también como se quiere ser", argumentó.
En este sentido sugirió que "quienes tuvieron la posibilidad de seguir formándose" en el ámbito, entran más fácilmente a un proyecto con cualquier clase de director o actor que requiera ciertos cambios de registro.