En Canadá, la policía desalojó y arrestó a camioneros que bloqueaban el puente Ambassador, un paso fronterizo clave entre ese país y EE.UU. para poner fin a una protesta contra las restricciones por el coronavirus y la vacunación obligatoria.
Lo mismo pudo verse este fin de semana en París, Francia, cuando la policía detuvo a casi 100 personas durante una gran protesta contra el certificado de vacunación anti-Covid inspirada en la de los camioneros de Canadá. En Nueva Zelanda, manifestantes acampan alrededor del Parlamento en Wellington.
Las protestas antivacunas y anti pase sanitario no son nuevas y forman parte de las noticias relacionadas con el coronavirus desde la llegada de los antídotos para hacer frente a la pandemia. “Me cuesta trabajo entender que haya gente que se oponga a las vacunas y que lo haga además de una forma tan tribal”, sostuvo, al respecto, el matemático y divulgador científico Adrián Paenza.
En diálogo con Nora Veiras en Aquí, allá y en todas partes, Paenza también ponderó los esfuerzos científicos en todo el globo que dieron como resultado que en poco tiempo ya se contase con los antídotos, se produjesen y se distribuyan- aunque desigualmente- en todo el mundo.
“Haber generado una vacuna en estas condiciones en un año contra un virus que era desconocido y con tanta letalidad como tenía el principio, tan contagioso, es una cosa maravillosa. Cuánto le creen o no le creen a la ciencia (los grupos antivacunas), eso ya escapa a mi capacidad de comprensión”, agregó.
“Me acuerdo cuando en mi casa se conoció que había una vacuna que había descubierto Jonas Salk contra la poliomelitis. Mis padres lloraban con mis tíos, mis tías. Yo me acuerdo lo que significaba haber concebido una vacuna. ¿Cómo puede uno puede estar en contra de la ciencia?”, insistió el docente y periodista.
Ciencia argentina
Por otra parte, Paenza también se refirió a la inversión en ciencia y tecnología en nuestro país y destacó que, actualmente, “hay una estructura que busca y que lucha porque se incremente el presupuesto” en ese área.
En esa línea, relató que, allá por el año 2001, la Alianza había propuesto en su plataforma electoral aumentar el presupuesto de ciencia al uno por ciento del PBI, iniciativa que más tarde no sería llevada a la acción.
En ocasión de una entrevista que el matemático pudo realizarle a Dante Caputo en el programa Día D- en ese entonces, Caputo era titular de la Secretaría para la Tecnología, la Ciencia y la Innovación Productiva (Setcip)- contó que ante la pregunta por el incumplimiento de la promesa de campaña, el entonces funcionario respondió: “¿Usted realmente puede creer eso? Es imposible de hacer”.
“En ese momento yo sentí una desazón, que me habían usado de la manera más infantil, sentí un como una vejación porque los había votado”, confesó. “Es una anécdota autorreferencial, pero es la mejor manera de poder dar un ejemplo de lo que yo viví”, narró y marcó una diferencia con lo que sucede actualmente, aunque con reparos.
“La ciencia Argentina consiguió un lugar en la mesa (internacional), pero aun hoy no tiene el peso específico como para ser consultada todo el tiempo. Los científicos sí tienen más acceso, tienen una estructura mejor con el CONICET, tienen un reconocimiento económico mejor, pero todavía estamos lejos de las posibilidades de lo que necesita nuestro país”.