En medio de la tensión entre Ucrania y Rusia, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, advirtió este sábado al país asiático que “las fronteras no pueden cambiarse con el uso de la fuerza” y alertó: “Eso es algo que no podemos permitir”.

Durante la segunda jornada de la Conferencia de Seguridad de Múnich, además, la vicemandataria estadounindense expresó que, de producirse un eventual avance de las tropas rusas, la OTAN aumentará su presencia militar en países del este de Europa.

En esa línea, Harris afirmó que la Alianza Atlántica enviará tropas a Rumania, Polonia y Alemania con el refuerzo de 6.000 soldados que partirán desde el Pentágono. Sin embargo, aclaró que “defenderán cada centímetro del territorio de la OTAN”, fuera de Ucrania.

De iniciar una guerra, Harris alertó que Rusia atravesará costos económicos “sin precedentes” y que esa decisión podría producir sanciones “rápidas, severas y solidarias” contra los distintos actores financieros “claves” de esa nación.

“Impondremos sanciones financieras de gran alcance, controles de exportación y apuntaremos a quienes son cómplices, ayuden o instiguen una invasión no provocada”, avisó.

En ese sentido, la vicepresidenta de Estados Unidos indicó que “la imposición de estas medidas infligirá un daño enorme a los responsables y sostuvo que el gobierno ruso insiste con la “desinformación, mentiras y propaganda” para crear un “pretexto falso para la invasión”.

“No nos detendremos en las medidas económicas. Reforzaremos aún más a nuestros aliados de la OTAN en el flanco oriental”, subrayó.

Por su parte, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, afirmó que las tropas del Kremlin situadas en el límite con Ucrania se continúan “desplegando” y están “preparadas para atacar”.

"Se están desplegando y ahora están preparadas para atacar", aseguró durante una visita a Lituania y afirmó que las tropas se estaban “moviendo hacia el tipo de posiciones adecuadas para poder llevar a cabo un ataque”.