Las murgas uruguayas retornaron a los velódromos, corsódromos y tablados tras el párate obligado por la pandemia del coronavirus en 2021. Volvió el carnaval en Uruguay, celebración declarada de interés nacional y máxima fiesta popular en 2017, que se destaca mundialmente entre otras cosas por considerarse el más largo del mundo con aproximadamente cuarenta días de duración.
En ese marco, Agárrate Catalina, una de las murgas más populares del país vecino, presentó su nuevo show titulado "La involución de las especies", donde en su cuplé realizaron una reflexión sobre la crítica y la autocrítica en los partidos de izquierda.
"Con las victoria de Lacalle Pou sobre el Frente Amplio, muchos comenzaron a decir que las críticas de las murgas al gobierno de Tabaré Vázquez beneficiaron a la derecha", introdujo Sergio Altieri en La Mañana de Víctor Hugo.
"Por eso Agárrate Catalina trata de expresar en su Cuplé que no hay que en entender la crítica como fuego amigo y no ser ciegos contra el dogma. Además plantea una nueva izquierda. Criolla y Latinoamérica. Donde todos estén unidos para ir adelante para hacerle frente a esa derecha que se vende como nueva", agregó.
"Esta letra sirve para pensar acá también", retrucó Víctor Hugo.
La letra de Agárrate Catalina
Hace un tiempo te lo dije y te ofendiste, no entendiste o no me supe expresar, me acusaste de ser tibia y de derecha, de querer acomodarme y de transar. Por las dudas te lo digo nuevamente, por si fue medio confuso aquella vez, tengo el puño levantado de la zurda, pero no me como el baile y puedo ver.
Yo no quiero defender lo indefendible, yo no quiero resignarme a lo que hay. Yo no quiero disciplina partidaria, yo no quiero enardecer a la tribuna, yo no quiero ser bufón de tu opinión. Yo no quiero llenar las barricadas con panfletos camuflados de canción.
Lo que quiero es una izquierda de futuro, sin cadenas obsoletas que arrastrar. Solidaria, equitativa y paritaria, sin perder nunca ninguna libertad. Lo que quiero es una izquierda a la criolla y es por eso que me juego el corazón, convencido que cambiando nuestras cabezas es la única y real revolución.