En su editorial, Víctor Hugo trazó una comparación entre la situación Argentina ante la deuda con el Fondo Monetario Internacional y el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia. "Los vendedores de armas y de bonos ganan en todos los frentes", señaló.


Hay cosas que duelen. El ejército de ocupación del Fondo Monetario Internacional y de los Estados Unidos tuvo su primera victoria. Incidió claramente en el tema tarifas de la Argentina. Esta vez no parece que los diarios mienten. Expresan su alegría, por supuesto que están felices, pero es eso nada más porque mentir no están mintiendo. 

El país le va a cobrar tarifas a la gente que le van a encarecer la vida. Esto no es bueno para el gobierno. Lo será para ellos, para los diarios que quieren que el gobierno se caiga a pedazos. Lo será para el FMI que quiere ejercer su poder sobre los países donde se mete.

Son implacables y ni siquiera aflojaron la cincha para ayudar en la votación del Congreso, porque ahora podrían haber dado el changüí de tres meses. Pero no presionaron y presionaron hasta que consiguieron lo que ellos querían, que las tarifas no sean del 20 por ciento como el gobierno había dicho. Entonces los medios opositores festejan el aumento, celebran que gana el FMI porque saben que eso puede dividir al gobierno todavía más. 

Después tenemos lo de Ucrania. Ahora la OTAN envía billete a Ucrania. ¿Qué van a hacer con esa plata los ucranianos? Seguramente ira a la ventanilla que debe tener abierta en alguna frontera Estados Unidos para despachar armas con precios de mayorista. 

Ahí está Zelenski que tiene una soledad pavorosa y solo espera que la gente se quede a ponerle el pecho a las bombas. ¿Va a rendir cuentas alguna vez por la pésima lectura que hizo de la realidad? Este señor pensó que Biden en persona iba a ir a poner el cuerpo. Nada de eso pasó. A lo sumo mandaron unos pesos y unas armas. Mandan más armas para que el conflicto se intensifique y los rusos maten a más gente para decir que en vez de 2 mil maten a un millón como Estados Unidos mató en Irak. Qué cosa terrible someter a su propio pueblo a este error tremendo.

Putin promete terminar por su lado con los gérmenes nazis y llueven historias y pruebas sobre las razones para manifestar esto. Lamentablemente es así. Hay algo ahí adentro de Ucrania, no de todos los ucranianos, que tiene alguna relación profunda e histórica con lo que llamamos lo nazi. Pero no termina el ataque Rusia. No liquida la guerra y el horror de las bombas se va afianzando en esas postales dolorosas que capta la televisión y que vemos todo el día porque, aunque sea una sola, la van a pasar 45 veces. 

Occidente miente como si eso le fuera la vida, como si en eso le fuera el honor. Una camándula de mentirosos que sometieron a Zelenski. Lo trataron como si fuera un capo cómico y no un presidente. Pero Zelenski ahora dirige un país. Paso de ser un actor que actuaba en una serie donde su personaje termina siendo presidente. Le fue tan bien y era tan popular que después lo votaron Presidente en serio, es increíble. 

Estados Unidos no sabe contra quién pelea, no tiene claro contra quién. Biden dijo que Rusia podrá ganar batallas, pero nunca va a conquistar el corazón de los iraníes. Dijo iraníes en lugar de ucranianos, le da todo lo mismo. Las bombas caen todos los días en varios sitios, pero la CBS, la BBC y Fox News solamente filman las que caen en Ucrania y el pobre Biden se confunde. 

"No van a poder conquistar el corazón de los iraníes", dice Biden. "Ucrania, Biden, Ucrania", lo corrige un senador. Entonces él lo mira y pone cara de "pero entonces, ¿Dónde estamos?". Es un mundo depredado. Un mundo que da mucho vergüenza y provoca mucho dolor. A los que lo tienen que padecer, aun más. 

Los vendedores de armas y de bonos ganan en todos los frentes. Ganan si pierde Rusia, ganan si se vota en el Parlamento de un país como la Argentina a favor de la negociación de una deuda con la cual la hundieron deliberadamente en una deuda pavorosa, impagable, que solo les sirve a ellos para dominar.