La intención del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de modificar el horario del subte porteño a partir del sábado quedó trunca porque los metrodelegados presionaron para que la discusión se extienda al menos 30 días. Denunciaron que la decisión “unilateral” de pactar el horario de las 5.30 a 23.30, que se tomó a raíz de una encuesta online, afecta a los pasajeros que toman el transporte a las 5 de la mañana y también perjudica la vida cotidiana de los empleados de la empresa.
Sbase y Metrovías informaron hoy que “por los plazos que conlleva la implementación del cambio”, el subte seguiría prestando servicio en su cronograma habitual; contrario a lo que se había estipulado en mayo, después de que el 83,6 por ciento de los usuarios confirmaran que estaban a favor de la propuesta del Programa de Participación Ciudadana del gobierno porteño. A partir de esa votación, en la que participó más de medio millón de personas, se resolvió que en lugar de 5 a 23 el servicio funcionara de 5.30 a 23.30.
El 7 de junio, sin embargo, Néstor Segovia, secretario adjunto de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro, envió una carta documento a la empresa en la que alertaba que el sindicato nunca fue notificado de la medida y que los estaban excluyendo de la decisión. A raíz de la presentación, ayer se reunieron con representantes de la empresa en la Subsecretaría de Trabajo, Industria y Comercio en CABA, y finalmente lograron que se posterguen los cambios.
Los metrodelegados advierten que el cambio de horario perjudica a la franja de trabajadores que viajan desde provincia muy temprano y toman los subtes a las 5 de la mañana.
“Estamos a favor de la extensión pero estamos en contra del corrimiento”, expresó a Página/12 Segovia, quien sostuvo que con el proyecto gubernamental “se burla de los que menos tienen” y perjudica a la franja de trabajadores que viajan desde provincia muy temprano y toman los subtes a las 5 de la mañana.
Los metrodelegados proponen que se aumente la cantidad de horas, pero que se especifiquen los términos en los que se haría para que los trabajadores ni los empleados se vean afectados. “No vamos a tener transportes para volver si cerramos más tarde, primero tiene que haber un plan de transporte que coordine los horarios de trenes y colectivos”, pidió Segovia.
“Fue una consulta irregular, algo propagandístico, espejitos de colores pero no puede hacer así nomás y menos a costa del sector trabajador que menos tiene”, resumió por último el metrodelegado. Ahora Sbase llamó a un cuarto intermedio y el futuro de la propuesta es incierto.