"Todavía nos quedan algunas joyas de la abuela", advirtió la doctora en economía Noemí Brenta este domingo. Lo hizo mientras hablaba sobre el acuerdo entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que se está por debatir en el Congreso. Y tras advertir que "todos los períodos de sobreendeudamiento", como el que atraviesa en este momento el país, "terminan con el despojo del deudor".
La especialista en relaciones económicas internacionales y la historia de las relaciones entre Argentina y el FMI señaló, en este contexto, que el país "todavía tiene mucho para perder y mucho para cuidar".
"La convertibilidad terminó con el despojo de la población. El sobreendeudamiento de la dictadura terminó con las privatizaciones, con la pérdida de los activos del Estado", dijo Brenta por AM750.
Y agregó: "Todavía nos quedan algunas joyas de la abuela. Nos quedan los bancos públicos. Y una joya principal enorme que nos queda es la moneda".
Para la especialista, el contexto internacional juega en este momento un papel fundamental. "En este momento de disputa hegemónica entre un mundo unilateral comandado por Estados Unidos, que está desesperado porque va perdiendo ese poder, pasando a un mundo multilateral, especialmente con China, la moneda es un atributo soberano", señaló.
"Y es una joya también que se puede perder. Siempre los grupos dolarizadores que están vinculados con inteligencia de afuera aprovechan en los momentos de caos agarrarse el mejor pedazo que puedan. Tenemos mucho para perder y mucho para cuidar", comentó.
Luego, advirtió: "Si perdemos la moneda quedaríamos ligados a las políticas de otros países. No en función de nuestros intereses. Nos quedaríamos reducidos a los resultados de las relaciones del comercio exterior. Iría a los precios, es lo que le pasó a Grecia. Si tenemos una dolarización, todos los precios o salarios se dominan en dólares. Después quedamos clavados ahí. Es un corsé".
El acuerdo "no es para festejar, pero algo había que hacer"
Por otro lado, Brenta aseguró que el actual acuerdo alcanzado con el organismo internacional "no es para festejar". Pero advirtió que "algo había que hacer".
"Lamentablemente, un acuerdo con el Fondo no es buena noticia para nadie, pero algo había que hacer con estos vencimientos de casi 40 mil millones de dólares que había que pagar entre este año y el que viene", dijo la economista.
"La idea del acuerdo es de facilidades extendidas. Es un tipo de acuerdo con el Fondo Monetario, por el que los vencimientos que había que pagar este año y el que viene se estiran en el tiempo. El fondo nos va a prestar la plata para pagar estos vencimientos. Nos va a dar un monto equivalente al que le debemos", explicó.
Y dijo: "Los pagos empiezan dentro de cuatro años y medio. Mientras tanto, van a haber revisiones trimestrales para verificar si se cumplen las metas cuantitativas de los objetivos estructurales: los compromisos de la Argentina. Insisto, no es para festejar, pero algo había que hacer".
La comparación con otros acuerdos
Respecto del resto de los acuerdos que tuvo la Argentina con el Fondo, la especialista destacó que "esta era una situación insólita".
"Es muchísima plata. El Fondo nunca nos había prestado tanta plata. Eso cambia, lo cuantitativo se vuelve cualitativo. Eso hace imposible la salida que hizo Néstor Kirchner cuando dijo 'basta de condicionamientos, le pagamos al fondo, y nos sacamos de encima este organismo que ha causado tanto dolor al pueblo argentino'", señaló.
Y añadió: "Entonces, respecto de los acuerdos anteriores con el Fondo es mejor. Y respecto de los acuerdos que el Fondo está firmado con otros países, también es mejor. Y en cuanto a que las condiciones no son tan duras como las de acuerdos anteriores, ni son tantas como los acuerdos anteriores".
"En ese sentido, el gobierno ha conseguido una negociación mejor. No implica una política tan restrictiva. Vamos a ver cómo viene después las revisiones. Si vienen con los tapones de punta buscando la quinta pata al gato o si es razonable", advirtió.