La reconocida escritora argentina Claudia Piñeiro se refirió este martes 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, al rol del feminismo en la literatura y aseguró que, si bien es un ambiente en donde las mujeres "tienen más posibilidades que en otro campo, no escapa a las generales de la ley". Es decir, es un espacio por la lucha por la igualdad de género que todavía se está disputando.
"Hubo muchas épocas en las cuales había mujeres escritoras que firmaban con seudónimo de hombre, porque si no no se las leía. O ponían iniciales para que no quedara claro. Algunos quizás compraban el libro sin saber si era un hombre o una mujer", explicó en Mediodía 750 la autora de Las viudas de los jueves y Betibú, entre otros libros.
Y agregó : "Ahora pasa lo contrario. Tres señores españoles se pusieron el nombre de una mujer para ganar un concurso. Pero digamos que durante muchísimo tiempo las mujeres no podían estudiar. Sor Juana se tuvo que ir a hacer monja e ir a un convento para poder dedicarse a la literatura que le interesaba".
En este sentido, Piñeiro aseguró que el mundo de la literatura "ha sido un campo que no escapa a las generales de la ley". "Pero, de todos modos, me parece hay un trabajo muy individual. Nosotras tenemos muchas más posibilidades que en otros campos", dijo.
Y aclaró: "Eso no quiere decir que en los lugares donde está el poder, los festivales, en la Feria del Libro, en los jurados, en los premios, muchas veces los que deciden quiénes van a esos lugares son hombres", completó, en una charla distendida con Luis Bremer.
Expresión, redes sociales y represión
Por otro lado, la escritora, una de las caras visibles de la militancia feminista en el ámbito de la cultura, explicó cómo el odio de las redes sociales está generando una retraída de las mujeres y una represión al momento de expresar determinados pensamientos.
"Cuando vos entrás a tus redes sociales y tenés durante tres días mensajes agrediéndote, de tipos que te dicen desde 'concha seca' hasta 'te vamos a ir a pegar de casa', a mí no me resulta que no me pasa nada. Aunque sea un tarado el que está diciendo eso", dijo la escritora.
Y continuó: "Me agrede, me pone muy mal que haya alguien con ese odio, refiriéndose a mí o a cualquiera. No es a mí, porque cuando no soy yo es otra mujer".
"Eso nos nos ha hecho, a muchas, retirarnos de las redes y tratar de opinar lo menos posible porque sabés que te sale una horda de personas a decirte de todo, esperando el mínimo error. Muchas de nosotras nos vamos replegando, nos vamos reprimiendo", concluyó.