Un fiscal pidió que sean juzgados catorce efectivos de la Policía de la Ciudad involucrados en el homicidio de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado de un balazo de un arma policial en el barrio porteño de Barracas en noviembre de 202; en la tentativa de muerte de sus tres amigos; y en el procedimiento ilegal para ocultar lo ocurrido, informaron este viernes fuentes judiciales.
Según la agencia Telam, la presentación fue realizada por la Fiscalía Criminal y Correccional 32, a cargo de Leonel Gómez Barbella, y por el auxiliar fiscal Lucas Estévez, ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 7 de Paula González.
Policías procesados
Por el delito de homicidio calificado y la tentativa de homicidio calificado a los tres amigos de González, están procesados con prisión preventiva los policías de la Ciudad de Buenos Aires Juan José Nieva, Gabriel Alejandro Issasi y Fabián Andrés López.
En tanto, otros once efectivos de la misma fuerza están procesados por encubrimiento agravado: Daniel Santana, Rodolfo Alejandro Ozán, Juan Romero y Fabián Alberto Du Santos, Roberto Inca, Ramón Jesús Chocobar, Héctor Cuevas, Sebastián Baidón, Ángel Darío Arévalos, Daniel Rubén Espinosa y Jonathan Alexis Martínez.
Están acusados de haber ejecutado maniobras para exculpar a los tres policías de la brigada, entre ellas, plantar un arma de juguete en el auto donde viajaba Lucas junto a tres amigos, al momento del asesinato. También difundieron a los medios de comunicación que habían abatido a un ladrón, y que los cuatro adolescentes había salido de la villa de la zona. Todo se comprobó que era falso.
El crimen de Lucas González
El crimen de Lucas González fue el 17 de noviembre de 2021, cuando la víctima estaba junto a tres amigos a bordo de un auto en el que viajaban a sus domicilios, luego del entrenamiento en Barracas Central, club donde Lucas jugaba al fútbol y los otros tres, se habían ido a probar.
A las pocas cuadras, luego de parar en un quiosco a comprar jugo de naranja y unas galletas, fueron interceptados por un vehículo sin patente y sin la baliza de la Policía, del cual bajaron tres efectivos armados y de civil que no se identificaron.
Los adolescentes creyeron que eran ladrones que querían robarles el auto, por lo que escaparon del lugar. En ese momento, los policías comenzaron a disparar contra el auto. Uno de los balazos dio en la cabeza de Lucas, quien murió horas más tarde en el Hospital de El Cruce, en Florencio Varela.
Poco después del hecho, los superiores de los policías que dispararon fueron al lugar del hecho y la Justicia sostiene que comenzaron las maniobras para desviar la atención y proteger a quienes asesinaron al adolescente.