Al peligro de la crisis energética ahora se suma el desabastecimiento de café, un insumo que es importado al 100% en Argentina. ¿Cuáles son las razones de esta faltante?
Falta de dólares en el Banco central
La falta de divisa estadounidense y las restricciones a la misma por el Banco Central (BCRA) pone en peligro el abastecimiento de café en el país, un insumo que Argentina importa completamente (principalmente desde Brasil) y un commodity que aumento en el último año alrededor de un 100% en su valor.
Las principales empresas del sector se declararon en emergencia y plantearon una negociación de último minuto con Miguel Angel Pesce, titular de la entidad monetaria, para evitar el desabastecimiento de café soluble, en grano, molido y hasta cápsulas. Son alrededor de 45 millones de toneladas anuales, a razón de un promedio de un kilo por habitante por año.
El conflicto surge porque el BCRA no dispone de las suficientes divisas para atender el pedido de las compañías cafeteras, que pronostican mayores inconvenientes. Por ejemplo, una conocida cadena de cafés advirtió que, si no les amplían la cantidad de divisas, deberá cerrar el 40% de sus locales. Otro empresario contó que no tiene espaldas para financiar la adquisición de la materia prima y que se plantea fabricar menos.
Según publica el portal IProfesional, bajo un escenario de crecimiento del consumo, las importadoras le pidieron al Banco Central alrededor de 300 millones de dólares para traer café. Pero, según los empresarios, la entidad sólo les habilitaría la mitad de lo que precisan.
Las razones de la suba en el precio del café
La suba de un 100% en el valor del commodity se debe a varios factores. Hubo una dramática caída en la cosecha de Brasil por las heladas y la sequía, que estropearon la producción; y se incrementó exponencialmente el consumo de café después de la pandemia en Europa y Estados Unidos.
Algo que en menor medida también sucedió en la Argentina, donde la ingesta de café ya se encuentra por encima del nivel prepandemia.
Asimismo, la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) dio a conocer que, durante marzo, las difíciles condiciones climáticas de Colombia, asociadas a las fuertes precipitaciones, y sumado a que en el mes no se generan cosechas muy grandes, ocasionaron que la producción del café en el país registrara nuevas caídas.
Según detalló en su último informe el gremio cafetero, durante marzo la producción de café verde fue de 914.000 sacos de 60 kg, lo que equivalió a un 13 % menos frente a los casi 1,1 millones de sacos producidos durante el mismo mes en 2021.
El reporte así mismo indicó que, en lo que va del año, es decir, entre enero y marzo, aunque la producción de sacos superó los 2,7 millones, la cifra fue un 16 % menor respecto a los 3,2 millones de sacos producidos en el mismo periodo de tiempo en el año anterior.
El peligro del sobre stock
En un intento por evitar un sobre stockeo de mercadería por parte de los importadores, desde el mes pasado, el BCRA administra junto con la AFIP el otorgamiento de divisas.
En este sentido, el Banco Central instruyó una regulación para clasificar el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) en dos categorías
- A: mantiene para las operaciones asociadas el mismo tratamiento que hasta la fecha.
- B: conlleva que las importaciones de bienes asociadas deban ser financiadas como mínimo a un plazo de 180 días corridos a contar desde el registro del ingreso aduanero de los bienes al país.
Las compañías obtendrán una SIMI A por un cupo de dólares que sea hasta 70% superior a las importaciones de 2020 o 5% mayor a las de 2021 (de ambas opciones, la menor). El resto deberán financiarlo.
Esto trajo un problema enorme a los importadores de café porque recién a fines de 2021 el sector recuperó dinamismo, por lo que los umbrales de comparación contra los últimos dos años son bajos. Así las cosas, desde el sector afirman que para garantizar que haya café para todo el año en niveles similares a los del recesivo 2019, las empresas necesitan el doble del cupo de divisas que tienen asignado.