Transcurrió otra semana de las colecciones masculinas en París con sus prédicas de estilos para el verano 2018 y el estilismo volvió a enfatizar el interés de las marcas por los jóvenes modelos, con apariencia de adolescente y ropas extravagantes que parecieron establecer guiños celebratorios hacia el joven presidente francés Emmanuel Macron . Por un lado el actual diseñador de Balmain, Olivier Rousteing deslizó que su colección, rica en adornos de encajes, remixes de cuero exacerbó clásicos del imaginario francés, entre ellos ideó, reversiones de los sacos Chanel de mujer aptos para hombres orgullosos de lo femenino- y de Francia- y que exhibían fragmentos sde las cadenas que el atelier Chanel suele esconder en los interiores de cada abrigo como secreto de costura, a modo de adornos y vivos en las solapas.
Pareciera que en su avidez por innovar la moda está observando a las nuevas generaciones para intentar interpretar y satisfacer sus modismos, una tendencia que comenzó en las pasarelas de Gosha Rubchinski y sus jóvenes y escuálidos modelos ataviados con ropas deportivas de firmas de los ochentas, se trasladó a Vetements que mostró su colección desde transeúntes fotografiados en las calles de Zurich y se extendió a la última colección de JW Anderson en Florencia, destinada a recrear uniformes de los turistas Los diseñadores de Kenzo, Carol Lim y Humberto León trazaron una colección colorida y festiva donde los modelos celebraron homenajes estéticos al músico Ryuichi Sakamoto y a la modelo Sayoko Yamaguchi , quien supo desfilar para los comienzos de Kenzo. La silueta matizó tanto un pantalón marrón de tiro alto con cinturón rosa shocking, blusas cuyo canesú resultaba afín a algún baby doll , abundaron los tonos saturados del violeta al turquesa pasando por el verde esmeralda .
El diseñador de Balenciaga, Demna Vasgaglia sacó la colección que admite prendas y estilismo deliberadamente pasados de moda ( pantalones y buzos de estética 1990) a los jardines del Bois de Boulogne e hizo oídos sordos a la máxima “ nunca trabajes con animales ni con niños” Si bien no hubo mascotas, los modelos fueron invitados a llevar a sus hijos para que participaran del show. Mientras que en Dior, el diseñador Kris Van Asch celebró su década en la firma con jóvenes modelos vistieron tuxedos despojados de sus mangas y matizados con zapatillas o borcegos; los minishorts se complementaron con abrigos sartoriales y profusiónde cintas a modo de collares, ya en la dirección del atelier en París, o con juegos cromáticas afines a los adornos y costuras que clasifican a las marcas deportivas.