Luego de la asunción del presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), Horacio Rosatti, como titular del Consejo de la Magistratura, el viceministro de Justicia, Juan Martín Mena, adelantó que el gobierno seguirá insistiendo para avanzar "con una profunda" reforma judicial.
"Lo que pasó es verdaderamente grave lo que pasó. Nunca había ocurrido algo así en nuestro sistema jurídico”, explicó el funcionario.
“La Corte se está atribuyendo facultades que son del Poder Legislativo y decidiendo cual es la ley que está vigente, incluso restableciendo una ley que fue derogada hace 16 años", agregó.
En diálogo con Futurock, Mena detalló que “la Corte se tomó seis años para analizar 20 artículos del funcionamiento del Consejo de la Magistratura e indica el diseño institucional de nuestro país, que es exclusiva facultad del Congreso y elige el diseño del Consejo que favorece a la propia Corte y la pone a presidir el organismo que la Corte está anulando en su funcionamiento".
Golpe institucional
El lunes, el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, asumió la presidencia del Consejo de la Magistratura luego de que se venciera el plazo de la sentencia que habían firmado en una resolución el 16 de diciembre. El texto indica que, con la restitución de la ley derogada, el quórum será de 12 miembros.
"Todo lo que están haciendo se parece mucho a los pasos para llegar a un golpe institucional", apuntó, pero aclaró que “no puedo sostener que con esto haya uno consumado por parte de la Corte".
Al respecto, el funcionario opinó que “son pequeños pasos en los que estamos cediendo calidad democrática y no podemos permitirlo" porque “la Corte tomó una decisión neta y exclusivamente política”.
“Tardar seis años, pero dejar funcionando la ley de casualidad le permitió a Mauricio Macri disfrutar de un Consejo de la Magistratura, que según ellos es inconstitucional, durante los 4 años de mandato y, finalizado el mandato, empiezan a mover el expediente para sacar esta sentencia”, consideró.
En esa línea, recordó que “esta Corte fue diseñada por una persona que está prófuga de la Justicia argentina por manipular indebidamente el poder judicial, Pepín Rodríguez Simón”, por lo que reforzó la necesidad de “insistir en una reforma judicial profunda que nos de un Consejo de la Magistratura que funcione debidamente y que permita tener los reaseguros para evitar los descalabros que genera la Corte y ciertos sectores de un poder hegemónico que bastardean la Constitución de nuestro país”.
Por último, expresó que los legisladores opositores “no pueden celebrar, por una mezquindad de sacar ventajita, que un fallo judicial vaya en contra del Gobierno, de los senadores y diputados y que cercenen sus propias facultades”.