Al mismo tiempo que organizaciones de derechos humanos expresaron su repudio a la represión a una manifestación de movimientos sociales del miércoles en la avenida 9 de Julio, funcionarios nacionales y porteños elogiaron el accionar de las fuerzas de seguridad y coincidieron que esa protesta fue “claramente política y motivada por el kirchnerismo”. Por su parte, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich afirmó que “ante la violencia y la intimidación, el Gobierno y la Policía de la Ciudad hicieron lo que hay que hacer: impedir que se viva al margen de la ley”. Por su parte, Coco Garfagnini, de la Tupac Amaru se preguntó “por qué reprimieron así cuando estábamos negociando, y además 15 minutos antes habíamos acordado con el jefe del operativo cómo iba a ser la protesta”, como se ve en un video difundido ayer. Y agregó: “Decidimos concentrar frente la Ministerio, y eso significó cortar el tránsito, cuando nos pidieron liberar el Metrobus, lo hicimos y reprimieron igual”. Además de la Tupac, participaron de esa protesta agrupaciones como Quebracho, la Federación de Trabajadores por la Economía Social Limitada (Fetraes).
Garfagnini explicó que se movilizaron “luego de tres meses de no tener respuesta de los ministerios de Trabajo y de Desarrollo Social”, y que “ellos sabían que íbamos a marchar por la crisis alimentaria, la tarifa diferencial para empresas recuperadas y por los planes de empleo”. El referente de la Tupac Amaru relató que luego de una hora de negociar en el ministerio con los funcionarios de la ministra Carolina Stanley, y sin obtener respuesta alguna, les informaron que la Guardia de Infantería estaba por ingresar desde avenida Belgrano a la 9 de Julio a reprimir. “Los compañeros prendieron gomas para frenar este avance, y está filmado que yo en persona negocié con el jefe del operativo, que me pidió que libere el metrobús y apaguemos las gomas, yo le dije que sí pero que retiraran la policía unos 100 metros para atrás para evitar provocaciones. Nos pusimos de acuerdo, hicimos lo que nos pedían. Nos volvieron a llamar del ministerio, llegamos al hall y en ese momento escuchamos los tiros y la represión pero cuando llegamos ya se había producido todo lo que se vio por los medios”, detalló. “No somos partidarios de cortar ninguna ruta, pero nos llevan a una situación límite, hace meses que estamos negociando con el Gobierno que nos recibe pero es como hablar con una pared”, agregó.
Stanley sostuvo que “hubo gente con la cara tapada, que estaba al frente de la protesta, sin ninguna voluntad de diálogo”. Al respecto Garfagnini dijo: “Con respecto a los compañeros que están con la cara tapada y palos, al Frente por el Trabajo y la Dignidad Milagro Sala lo componen 20 organizaciones y cada una tiene su identidad. Taparse la cara le podrá caer mal a algún sector de la sociedad pero no es un tema de fondo”.
Garfagnini enfatizó que “una represión de estas características mientras negociábamos, es algo que no se entiende. No nos gusta hacerlo, sería mejor poder mantener el laburo pero ni podemos pagar el gas. Nuestros compañeros se mueren de hambre en los barrios”.
Por su parte, el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta dijo que “la policía actuó con mucho profesionalismo, los manifestantes no quisieron dialogar, no liberaron carriles ni el metrobús y la Policía actuó como corresponde”. Ante las elocuentes imágenes de policías, incluso de civil, golpeando manifestantes en el piso luego de haberlos esposado, el mandatario se permitió apuntar que “los que participaron ayer de los incidentes en su mayoría son organizaciones muy cercanas al kirchnerismo”, e inclusive indicó que algunos fueron funcionarios y “están todos identificados y ya fueron denunciados” en la justicia.
El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, el Ceprodh, la CTA y el Partido Comunista, entre muchas organizaciones, repudiaron la “brutal represión” del miércoles frente a Desarrollo Social.