El fracaso del Consejo del Salario, que le permitió al gobierno nacional implementar por decreto el monto y la forma en que se incrementará el salario mínimo, vital y móvil, provocó que la conducción de las dos CTA se pronunciaran a favor de realizar una movilización e incluso un paro nacional en protesta por la crisis económica y laboral. El secretario gremial de la CGT, Pablo Moyano, rápidamente mostró su adhesión a la propuesta aunque desde la conducción cegetistas relativizaron su reacción al sostener que está atada a la complicada negociación paritaria que lleva adelante. Pero lo cierto es que no es el único, porque el bancario Sergio Palazzo aseguró que “la CGT debe retomar el plan de lucha” que desembocó en el paro nacional de abril pasado.

Más allá de la especulación que realizan en el edificio de la calle Azopardo, lo cierto es que Moyano hijo fue contundente al sostener que “tiene que haber una medida de fuerza o movilización para decirle al Gobierno que dejen de avanzar en contra de los derechos de los trabajadores”. Es más, el camionero sostuvo que “antes nos quejábamos de la soberbia del gobierno anterior y la expresidenta, pero estos son peores. Los otros por lo menos te atendían, no te daban respuestas, pero atendía. Hoy entrar al Ministerio de Trabajo es entrar a una oficia más de la UIA y por eso tiene que haber una reacción de los trabajadores”. Luego dijo que esa medida de fuerza debería implementarse en julio o agosto. 

Por caso, Pablo Micheli de la CTA Autónoma había dicho, al momento de salir de la reunión del Consejo del Salario, que la movilización debía producirse el próximo 9 de julio pero es demasiado pronto para que una organización gigante como la CGT tome una decisión y luego se mueva. 

Entre los que conducen la CGT consideran que lo de Moyano es una bravuconada que le es útil para aflojar la estancada negociación paritaria. De hecho, ayer los camioneros tuvieron una reunión paritaria en el Ministerio de Trabajo, pero volvió a fracasar porque la rama empresaria no acepta, y el gobierno tampoco, un incremento del 32 por ciento que reclama el gremio. Ahora, Moyano anunció que reunirá la conducción del gremio para analizar los pasos a seguir.

Más allá de lo que opine, en off the record, la CGT, lo cierto es que continúan apareciendo declaraciones de dirigentes sindicales reclamando una reactivación de la protesta de la mayor central sindical del país. Uno de éstos fue el titular del sindicato de alimentación, Rodolfo Daer, que responsabilizó a “la política económica del gobierno” por el cierre de la planta de PepsiCo. Es más, comparó el modelo macrista con el plan que desarrolló el primer ministro de Economía de la dictadura cívico militar, José Alfredo Martínez de Hoz. Luego Daer, quien supo ser secretario general de la CGT, reclamó que la central obrera convoque a un congreso confederal porque “si el gobierno no modifica la política económica, nosotros tenemos que expresarlo en la calle, con una gran movilización o un paro nacional”.

Palazzo, de la Asociación Bancaria y referente de la Corriente Federal de Trabajadores, sostuvo ayer que “la CGT debe retomar el plan de lucha iniciado con la movilización del 7 de marzo y la huelga nacional del 6 de abril, cuando los trabajadores expresaron de forma clara la voluntad de confrontar ante la difícil coyuntura”. Luego dijo que los comicios de octubre no deben ser un escollo “para continuar defendiendo los derechos de los trabajadores”.