El secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, reivindicó el "giro diametralmente opuesto" que el Gobierno nacional imprimió a la cuestión Malvinas en relación a la administración de Mauricio Macri, y subrayó que gracias a esas políticas es "letra muerta" el denominado acuerdo Foradori-Duncan, el pacto firmado en 2016, que juzgó "contrario al interés nacional".
Carmona consideró además "graves" las revelaciones realizadas en sus memorias por el exministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido Alan Duncan, quien sostuvo que el entonces vicecanciller Carlos Foradori "estaba borracho" cuando se firmó un acuerdo para levantar las sanciones argentinas sobre las empresas británicas que operan ilegalmente en las aguas que circundan a las Malvinas.
"Es un hecho grave el que ha trascendido. Esto ha dado lugar a que se inicie una investigación sumaria en la Cancillería", subrayó Carmona en diálogo con El Gato Escaldado.
De todas maneras, Carmona consideró que el problema "no es la borrachera de Foradori" sino la política que llevó adelante el macrismo "con concesiones a los requerimientos de Inglaterra en contra del interés nacional".
Luego el secretario recordó además que tras la concreción de ese comunicado conjunto del 13 de setiembre de 2016 que se conoce como acuerdo Foradori-Duncan, el exvicecanciller "tuvo que renunciar a su cargo por la fuerte presión que hubo del congreso nacional".
En qué consistió el acuerdo Foradori-Ducan
Lo firmado por Foradori en 2016 y refrendado por Malcorra, y el propio Macri implicaba en los hechos la derogación de las leyes que aplicaban sanciones económicas a las empresas que actúan ilegalmente en Malvinas autorizadas por el gobierno británico en las actividades hidrocarburíferas y pesqueras.
"Frente a ello se han tomado una serie de medidas para dejar sin efecto este acuerdo que se planteaba como una hoja de ruta contraria al interés nacional, especialmente en relación a la Cuestión Malvinas y a los temas del Atlántico Sur", refirió Carmona.