El acontecimiento 5 puntos
L'événement; Francia, 2021
Dirección: Audrey Diwan
Guion: Audrey Diwan y Marcia Romano, sobre la novela homónima de Annie Ernaux
Duración: 100 minutos
Intérpretes: Anamaria Vartolomei, Sandrine Bonnaire, Luàna Bajrami, Pio Marmai, Anna Mouglalis, Kacey Mottet Klein y Louise Chevillotte
Estreno en HBO Max
Es cuanto menos extraña la forma en que HBO Max lanzó El acontecimiento en Latinoamérica: de sopetón, casi sin anuncios, como si en lugar de haber ganado el León de Oro a la Mejor Película de la Competencia Oficial del Festival de Venecia del año pasado se hubiera impuesto en una de las cientos de ternas de las premiaciones que registraba el realizador Néstor Frenkel en Los ganadores. Lo cierto es que el segundo largometraje como directora de Audrey Diwan tenía unos cuantos motivos para llevarse el reconocimiento más importante de la muestra italiana. Una trama que orbita alrededor de un tema de indudable vigencia en las agendas sociales de gran del mundo occidental como el aborto, por ejemplo. O una crudeza que por momentos coquetea con el morbo, pues la francesa no es de esas directoras que apuestan por lo sugerido, sino que muestra todo en primer plano, como si quisiera impactar a como dé lugar. Y se sabe que el sufrimiento en general, y hoy por hoy el femenino en particular, toca las fibras más sensibles de los jurados a cargo de conceder las estatuillas.
Dueña de ese estilo seco, económico y grisáceo que se ha vuelto norma en el cine europeo que habla sobre “cosas importantes”, El acontecimiento tiene como protagonista a Anne (Anamaria Vartolomei), una alumna aplicada y querida por los profesores de la carrera de Literatura que cursa en la Universidad, la dueña de un futuro prometedor. Hasta que ocurre lo indeseable: una relación casual con un estudiante de Ciencias Políticas que vive en otra ciudad y al que conoció en una librería termina con un embarazo: un bombazo para una jovencita con toda la vida por delante. Pero corre el año 1963 y, por lo tanto, al aborto no puede siquiera llamárselo por su nombre en Francia. Y allí irá Anne, a luchar contra viento y marea para interrumpir un embarazo que semana tras semana se vuelve más evidente. Una lucha desigual, en tanto parece tener todo y a todos en contra: las Instituciones, desde ya, pero también a los médicos y compañeros a los que sondea para conseguir ayuda.
La mecánica del film consiste construir un desamparo apilando disgustos y desgracias. A Anne no solo no la ayuda nadie, sino que a quienes se acerca se los presenta como seres despreciables: el médico que la diagnostica, las amigas (incluida una que enseña cómo cabalgar sobre un tipo pero que dice “ni en broma” cuando le cuente sobre su plan para solucionar la mala nueva), un compañero que vive en un barrio de clase media/baja -se sabe que todos los que viven en esos lugares conocen abortistas- y, ante el pedido de si conoce a alguien, responde intentando besarla, un segundo médico que dice darle una inyección para menstruar pero, en realidad, es para fortalecer el feto. En casa tampoco las cosas andan bien, como demuestran el cachetazo que le pega mamá (Sandrine Bonnaire). Pero Anne, como esos boxeadores trompeados que no caen jamás, sigue adelante, empujada por la voluntad y el carácter que le imprime Anamaria Vartolomei, cuya creencia en lo que le pasa a su personaje es similar a la una película decidida a mostrar que siempre, siempre todo puede ser peor.