Alexis Monti, el famoso Kaskote de zona sur, logró dos podios en sus primeras dos carreras en el Superbike 600 Stock. El, amante de los fierros, tuvo mas de 100 motos e impacta con un espíritu emprendedor. 

“No vamos a comprarte una moto. Es muy peligrosa, el cuerpo es siempre el paragolpe”. Como tantos adolescentes en su casa, Alexis Monti recibió sistemáticamente esta respuesta de sus padres. 

El chico, fanático de las dos ruedas, rogaba pero ellos no aflojaban. “Hasta que los fastidié tanto que, a los 17, me compraron una Honda Wave. Lo recuerdo todo: fue en Quilmes y por 1.800 pesos. Me enloquecí, era como tener una Ferrari en casa. Me cambió la vida… Y ya no paré. Ya tuve mas de 100 motos y hoy estoy cumpliendo el sueño de poder correr profesionalmente, con muy buenos resultados”.

El famoso Kaskote, como se lo conoce en zona sur a este empresario e influencer, es ahora también un motociclista con sueños, y con ese testimonio resume este apasionante proceso que relata con la pasión con la que vive. 

“Esa moto la vendí al año siguiente, porque ahora me doy cuenta que tenia una cabeza avanzada para los negocios. Le devolví el dinero a mis padres e hice una diferencia para ir por otra. Así arranque a comprar y vender. Fui subiendo en cilindrada y en nivel de las motos hasta terminar con las más grandes”, explica.

Hoy, a los 31 años, tras arrancar en este mundo hace 14, asegura haber tenido más de 100 motos. “Algunas me duraban dos o tres días. He llegado a tener tres en una semana. Lo hacía por negocios, más que por placer. Me gustaba comprar y vender, además de servirme mucho económicamente”, comenta. Eran tiempos en que Alexis trabajaba en un lavadero. “Ganaba 80 pesos a la semana y con una moto me quedaban 500. En un día hacía lo que en el trabajo me costaba un mes. imagínate…”, compara.

Ese espíritu emprendedor que desborda en él hizo que tuviera distintos negocios, sobre todo de compra y venta de autos y motos, con lavadero, el que hoy se llama Kaskote Cars y tiene 115.000 seguidores en Instagram.

Monti siguió adelante y se cruzó con Pablo Ramos, siete veces campeón de Superbike, le dijo que debía dedicarse a correr en motos. “Andas desde chico, manejás muy bien, tenés que meterte”. 

“Poner una moto en pista me sale 250 mil pesos por cada finde. Es mucho dinero. Pero lo hice. En parte porque hoy, con casi 800 mil seguidores en Instagram, puedo achicar ese monto. Tengo cuatro personas que me pagan parte de la carrera. Son como sponsors. Tampoco que me puse de lleno a buscar, tal vez si me dedicara a correr en moto, hasta ganaría plata. Pero no estoy en las motos para eso. Lo hago por pasión”, deja claro.