El secretario de Control y Monitoreo Ambiental de la Nación, Sergio Federovisky, afirmó este miércoles que tras la presentación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en el Juzgado Nacional de Victoria existe el compromiso de la Justicia frente a los incendios forestales en las islas del Paraná, pero advirtió que hay que "ver cómo evoluciona".
"Nosotros llevamos las pruebas y entendemos que son muy útiles con la finalidad de cruzar los registros de los faros de conservación que ofrecen la geolocalización exacta del inicio de cada uno de los focos de incendio con los datos catastrales para poder identificar a los dueños de los campos o saber en qué establecimiento se inician esos incendios", explicó Federovisky a Télam luego de la presentación de ayer ante el Juzgado de Victoria a cargo del juez Federico Martín.
El viceministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible aseguró que, "por la entrevista que tuvimos con el juez y con el fiscal federal, entendemos que el compromiso está" y resaltó que "ahora vamos a ver cómo evoluciona".
Sobre las causas de los incendios en el delta del Paraná, Federovisky afirmó que "la mayoría, por no decir todos, son de carácter intencional" y precisó que "hay tres hipótesis operando".
"La primera es la de la utilización del fuego como instrumento de labranza, es decir para alguna actividad agropecuaria y obviamente en este contexto climático está completa y absolutamente desalentado y prohibido, no debería ocurrir", describió.
Al respecto, Federovisky aclaró a Télam que eso "no significa que todos los productores utilizan el fuego, no estamos estigmatizando ni generalizando, solamente decimos que es una de las hipótesis de inicio de los incendios".
Otra de las causas la atribuyó a la caza furtiva "aprovechando la bajante del Paraná y las posibilidades que brinda de acceso a las islas".
Y puntualizó: "Se utiliza el fuego para abrir brechas e ingresar y ahí hay una simultánea condición de supervivencia por parte de algunos cazadores furtivos que lo hacen porque necesitan y la angurria de quienes los mandan para después comercializar cueros o pieles".
Como tercera modalidad, Federovisky mencionó "el avance de la frontera agropecuaria que fundamentalmente se da por la posibilidad que hoy da la sequía de quemar zonas que habitualmente están inundadas".
Sobre este punto, señaló la práctica de colocar "un terraplén alrededor de esas zonas quemadas para impedir que el agua reingrese cuando el río recupere su nivel y de ese modo convertir un humedal en tierra potencialmente productiva o inmobiliaria con una facilidad, y una rapidez inusitada y una ilegalidad absoluta".
Respecto al operativo para combatir el fuego, el funcionario dijo que están trabajando en la zona "más de 120 brigadistas y más de una docena de medios aéreos que nos permiten afrontar esta crisis de los incendios con muchísima fortaleza".
Asimismo, explicó que "cuesta controlar los incendios por varios motivos", como las condiciones climáticas que son "muy adversas y muy favorables" para que el fuego se propague.
"Es el cuarto año consecutivo de sequía, la bajante histórica del río Paraná, el estrés hídrico de la vegetación en pie y una cantidad de vegetación seca acumulada que brinda un escenario muy proclive a que el fuego pueda prosperar", concluyó.
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