Se terminó la tregua en Juntos por el Cambio. Si habían acordado, ante la crisis del gobierno nacional, no seguir exponiendo en público sus diferencias, todo eso se terminó cuando Elisa Carrió prendió el ventilador y les apuntó a aquellos dirigentes de la alianza opositora que, desde su perspectiva, podrían tener un entendimiento con Sergio Massa, con ataques que fueron hasta la vida privada. Su discurso se pareció como dos gotas de agua al de Mauricio Macri, único que no salió a criticarla. El resto, como nunca antes, la cuestionó: desde los distintos sectores del PRO y de la UCR criticaron el fuego amigo de Carrió. La Coalición Cívica cerró filas y dio señales de que la disputa recién está comenzando.
La antesala de esta discusión fue la disputa que empezó a instalar Macri sobre la "pureza" del PRO y sobre la inconveniencia de sumar peronistas a las listas de JxC. El expresidente hasta dejó trascender la idea de que impondría una suerte de comisarios políticos para controlar qué aliados se suman y cuáles no.
Carrió planteó algo similar: dijo que el año que viene, Juntos por el Cambio "tiene que estar conformada por decentes. No puede haber más negocios". Sostuvo que, con Massa en el Gobierno, hay una puja entre un sector de la coalición que imagina un "neo PJ con Massa y compañía" y el "panrepublicanismo" en el que se incluyó a ella, a Mario Negri, a Macri e "incluso a Patricia Bullrich".
"Hay sociedad con el massismo en Juntos por el Cambio. Básicamente, negocios con el massismo de Cristian Ritondo, y del que era ministro de Justicia, Gustavo Ferrari", sostuvo Carrió, en alusión al gobierno de María Eugenia Vidal. "Hay personas en Juntos por el Cambio que hacen negocios. AYSA es una caja. Y es de Massa. Antes era de Rogelio Frigerio". Dijo además: "Yo sé que en la Cámara de Diputados Emilio Monzó tenía negocios con Massa porque lo veía".
Guerra total
Durante el gobierno de Macri --e incluso después-- las declaraciones de Carrió eran recibidas con paños fríos. Eso se terminó. La primera en salir a contestarle fue Patricia Bullrich, a quien Carrió le recordó que había dejado de ser aliada de ella y tiempo después estaba con Macri. "Como presidenta del PRO no puedo ver con buenos ojos el espectáculo degradante de Elisa Carrió, al golpear a dirigentes de Juntos por el Cambio objetando sus conductas éticas. Y esto sin mirar la propia y la de sus aliados. Basta, Carrió", comenzó un extenso hilo cuestionando a la líder de la Coalición Cívica.
Bullrich repasó los insultos de Carrió a su segundo, Gerardo Milman, pero también a Facundo Manes. "No vale todo. No vale eso de que porque es Carrió nadie la enfrenta", dijo. "Como presidenta del PRO digo basta y no me callo. La unidad es la herramienta más potente contra el kirchnerismo. Quien atente contra ella pone en riesgo la construcción del cambio", la acusó.
Lo que parecía que iba a ser una pelea entre Carrió y Bullrich fue el tiro de largada de un sinfín de declaraciones de dirigentes de todos los espacios de la alianza. Con otro tono, Horacio Rodríguez Larreta también la cuestionó: "Tengo mucho respeto por Lilita, pero no estoy de acuerdo con sus declaraciones. Es muy saludable que haya discusiones internas, pero el límite son los agravios".
En el PRO lo ven como una clásica jugada de Carrió para luego negociar lugares en las listas. "Pero como nunca antes hubo un frente único para responderle. Esto seguramente va a traer cambios en la alianza", indicaron cerca de uno de los dirigentes agraviados. En el larretismo, destacaban que Macri no dijo nada al respecto y sospechaban de un acuerdo entre ambos.
El dirigente santafesino Federico Angelini, cercano a Macri, sí le respondió: "No hay nada más funcional al kirchnerismo que romper Juntos por el Cambio". Sobre el expresidente, dijo: "Mauricio tiene que estar por encima de estas cosas, ojalá que no le responda, él sufrió muchas veces estas declaraciones públicas", advirtió en declaraciones a FM Futurock. También dijo que "lo de Carrió es un mecanismo que ella utiliza hace años cuando se acercan los tiempos electorales: dice quién es bueno, quién es malo, lo usó cuando éramos gobierno, en el 17, en el 21 y lo está volviendo a aplicar para el 23".
El turno de los radicales
Desde la UCR también confluyeron todas las líneas internas en cuestionar a Carrió. Primero salió Gerardo Morales. "No vale todo, Carrió. Es de una gran irresponsabilidad tu actitud insultante hacia mí como gobernador. Si hay alguien al que le tocó enfrentar a la mafia y que no negocia impunidad, soy yo", le devolvió.
Se sumó el titular del interbloque de Juntos por el Cambio en el Senado, Alfredo Cornejo: "Ni egos ni vedettismos pueden corroer la unidad de Juntos por el Cambio. La gran mayoría de la sociedad nos necesita unidos para defender la República y combatir el populismo", dijo.
El sector de Evolución, de Martín Lousteau, sacó también un comunicado en la misma línea: "Las declaraciones de Carrió van en el sentido contrario (a la responsabilidad). Generan conflictos innecesarios. Los argentinos nos miran espantados, como si los dirigentes viviéramos en otro planeta".
La UCR sacó también un comunicado institucional: "Repudiamos las descalificaciones de Elisa Carrió que afectan el honor de dirigentes de Juntos por el Cambio. Es una irresponsabilidad hacer denuncias falaces. Desde la Mesa del Comité Nacional respaldamos la conducta y la gestión del presidente de nuestro partido y gobernador de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales".
Contragolpe cívico
Cerca de Carrió, indicaron que esto recién está empezando. Y que ella no va a dar el brazo a torcer. Dos de sus espadas en el Congreso salieron a contestar directamente las críticas. "No te preocupes, ni exageres, Patricia, nosotros vamos a dar el debate que tengamos que dar para construir un Juntos por el Cambio mejor y alejado de oportunismos o cualquier connivencia panpejota que licúe el espíritu de nuestra coalición", le contestó a Bullrich el presidente de la CC-ARI, Maximiliano Ferraro.
"Carrió sólo quiere evitar cualquier promiscuidad panperonista y consolidar Juntos por el Cambio, lo que quiere la mayoría y supongo querés vos --apuntó contra Bullrich el diputado Juan López--. Si no vas a dar esa discusión, bien. La daremos igual como otras veces desde 2015, sin 'bastas' ni indicaciones".
Esas fueron las primeras reacciones ante la salida de Bullrich. Cuando el repudio se volvió masivo, optaron por un comunicado de toda la Coalición Cívica: "Juntos por el Cambio puede pedirle a Carrió que se retire definitivamente de la política, y tal vez es lo que quiere. Si eso sucede, lo hará, pero no puede pedirle que le mienta a la sociedad", comenzaron. "Consideramos que esto no afecta a la unidad, sino que contribuye a un Juntos por el Cambio mejor, más sincero y plural, como siempre fue y debe seguir siendo. La unidad no debe confundirse con unanimidad o uniformidad. En pos de la unidad Carrió calló muchas cosas, con dolor se agotó de decir en privado lo que dice en público", remarcaron. "O hay contrato moral y decencia o no hay destino próspero para la Argentina", concluyeron.
Cerca de Carrió, indicaron que su salida fue una "acción preventiva" ante diversos sectores que estaban comenzando una incipiente negociación con Massa. "No vamos a aceptar el abrazo del oso ni los cantos de sirenas", advirtieron a este diario. La alianza cruje como nunca.