Tras los ataques al sistema electoral brasileño por parte del presidente Jair Bolsonaro, dos cartas en defensa del Estado democrático serán leídas este jueves en la Facultad de Derecho de la Universidad de San Pablo (USP). Además, el movimiento Fora Bolsonaro y la Orden de los Abogados de Brasil (OAB), junto con organizaciones sociales, estudiantiles y sindicatos convocaron a movilizaciones en la ciudad.
A las 9.30 comienza la lectura de la primera carta en el Salón Noble del Colegio, impulsada por la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp) empresas y sindicatos. Este documento fue firmado por ocho de los nueve precandidatos presidenciales registrados al momento, con la excepción de Bolsonaro quien ha criticado los documentos y cuestionado las garantáis electorales en Brasil.
Posteriormente, a las 11.30, cuatro profesoras de la USP procederán con la lectura de la “Carta a los brasileños y las brasileñas en defensa del Estado Democrático de Derecho”, impulsada por exalumnos de la facultad y que ya cuenta con casi 900 mil firmas.
El 11 de agosto se conmemora en Brasil el Día del Estudiante, el aniversario de la creación de las carreras de derecho en el país y la lectura de un manifiesto por parte de estudiantes de Derecho para denunciar la dictadura militar en 1977.
Aunque al interior de la facultad solo podrán ingresar invitados, se colocaron pantallas en el exterior para seguir la transmisión. Frente al edificio, un grupo de estudiantes y religiosos del colectivo Banquete entregan pan en protesta contra el aumento de la inseguridad alimentaria y el hambre en Brasil. “Con el estómago vacío no hay democracia”, señalan los carteles.
Por su parte, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva manifestó esta mañana: “defender la democracia es defender el derecho a la alimentación de calidad, al buen trabajo, al salario justo, al acceso a la salud y a la educación”. El candidato presidencial que lidera las encuestas hizo estos comentarios desde su cuenta de Twitter.
Críticas de Bolsonaro
El presidente ha rechazado estos manifiestos asegurando que quienes los firman son "caraduras" y que él "lucha" por la "libertad" y la "verdad". En un encuentro con legisladores afines, calificó de antidemocráticas las medidas adoptadas por gobernadores durante la pandemia de covid-19 y reclamó que en ese entonces "nadie decía la palabra democracia".
“Vimos en la pandemia la arbitrariedad cometida por algunos jefes ejecutivos en todo Brasil. Les quitaron el derecho de ir y venir, arrestaron mujeres e hicieron barbaridades, nadie decía la palabra democracia. Respetuosamente, fui en contra de todo eso”, declaró.
La semana pasada, consultado por la iniciativa de la Fiesp, Bolsonaro dijo que se trata de una carta “política”. "Hay una nota de algunos empresarios, algunos banqueros, algunos artistas, a favor de la democracia. ¿Quién está en contra de la democracia en Brasil? ¿En tres años y medio (de gobierno) qué acto mío contra la democracia hubo?", preguntó en su transmisión semanal en redes sociales.
El agronegocio con Bolsonaro
Este miércoles, la Confederación de Agricultura y Ganadería de Brasil (CNA por sus siglas en portugués) expresó su apoyo a Bolsonaro durante una actividad en Brasilia.
La CNA nuclea a las principales empresas y referentes del agronegocio en el país, y el acto originalmente estaba convocado como una presentación de propuestas de la entidad a todos los candidatos a la presidencia.
Sin embargo, según medios locales, esta ceremonia terminó convirtiéndose en una demostración de fuerza de Bolsonaro, que tiene fuerte arraigo entre las cámaras empresariales del sector agropecuario.
En su intervención, el presidente criticó una posible ampliación de la demarcación de tierras indígenas en el país: “Si esto lo aprueba la Corte Suprema -venimos trabajando para que no lo apruebe- pero si lo aprueba, ¿tendré que cumplir? Esta medida, si la aprueba, es un crimen contra la patria, ¿es o es tranquilo, yo sé lo que hay que hacer”, dijo Bolsonaro.
En setiembre del año pasado, el Supremo Tribunal Federal suspendió la sentencia de la acción que discute el marco temporal de las tierras indígenas, lo que implica que solo se puede reclamar la demarcación de tierras indígenas que fueron ocupadas por indígenas en la época de la Constitución de 1988.