Rusia y Ucrania se acusaron este jueves mutuamente de haber provocado nuevos bombardeos en el área de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, en la antesala de una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU. Los dos países en conflicto reportaron varios ataques cerca de una zona de almacenamiento de material radiactivo en la planta, la más grande de su tipo en Europa, situada en el sur de Ucrania. Sin embargo coinciden en que los niveles de radiación en la central están "dentro de los límites normales". El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió sobre un riesgo de catástrofe, mientras que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) planteó que sus análisis preliminares indican que no hay "una amenaza inmediata" a la seguridad nuclear, aunque la situación "podría cambiar en cualquier momento".

Riesgo de catástrofe

"Lamentablemente, en lugar de una desescalada, en los últimos días ha habido informaciones de incidentes profundamente preocupantes que podrían llevar a un catástrofe", dijo Guterres en un comunicado. El jefe de las Naciones Unidas llamó a un cese inmediato de las actividades militares en los alrededores de la planta, así como la retirada del personal militar y equipos de las instalaciones ocupadas por Rusia desde la invasión a Ucrania en febrero. "El sitio no debe ser usado en el marco de operaciones militares", planteó Guterres.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió este jueves de urgencia para analizar la situación en la central nuclear de Zaporiyia. Presente en la reunión, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, advirtió que la situación es grave y que se debe permitir el ingreso a la organización lo antes posible para evaluar la situación de la central.

"Nuestra presencia en la planta nuclear de Zaporiyia ofrecería una influencia estabilizadora. Hemos estado listos desde junio, pero por factores políticos y otras consideraciones la misión no ha sido posible. No podemos permitir que esos factores nos retrasen más", señaló Grossi. El OIEA reclama desde hace tiempo acceso a la planta pero Energoatom, la compañía estatal ucraniana para la producción de energía nuclear, rechazó una visita al argumentar que con ésta se legitimaría la ocupación de la central y acusó a la agencia de la ONU de ser parcial a favor de Moscú.

Rusia, que convocó la reunión de urgencia en el Consejo de Seguridad para tratar el caso de Zaporiyia, volvió a responsabilizar a las fuerzas ucranianas de los recientes ataques contra la central y acusó al gobierno de ese país de "poner al mundo al borde de una catástrofe nuclear". 

 En cambio Ucrania culpó a Rusia por los ataques. "El 6 de agosto fuerzas rusas dispararon cohetes a la planta nuclear Zaporiyia y a la ciudad de Erengodar," denunció en un comunicado Energoatom, la empresa estatal ucraniana encargada operar la planta.Energoatom acusó a las tropas rusas de atacar la central hasta en diez ocasiones, aunque dijo que no hay que lamentar heridos. También negó cualquier fuga radiactiva y refutó las informaciones sobre una supuesta evacuación del personal de la planta por motivos de seguridad.

Ataque ucraniano a una subestación

Pero el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, consideró absurda la acusación ucraniana dado que las fuerzas rusas son las que tienen el control de la planta. Moscú admás denunció que un nuevo ataque ucraniano con armamento pesado contra la central nuclear de Zaporiyia dañó la línea de alto voltaje de la subestación de la planta. "Los terroristas de Zelenski continúan disparando contra la Central Nuclear de Zaporiyia. Ha resultado dañada la línea de alto voltaje de la subestación Kajovskaya", dijo Vladimir Rogov, vocero de la administración prorrusa de la homónima región ucraniana, en su canal de Telegram.

Rogov denunció que el Ejército ucraniano empleó lanzaderas de misiles y artillería pesada para golpear el territorio de la central desde la orilla derecha del río Dnieper. Las autoridades aseguran que tres de los ataques se produjeron en las inmediaciones del depósito de isótopos radiactivos de la central, bajo control de las tropas rusas casi desde el inicio de la campaña militar rusa en Ucrania. En cuanto a los niveles radiactivos, subrayaron que están dentro de la norma y que no se produjo ningún escape en las instalaciones nucleares. 

EE.UU. respalda una zona desmilitarizada

Mientras tanto, Estados Unidos instó este jueves a Rusia a suspender las operaciones militares cerca de las centrales nucleares de Ucrania y respaldó el llamado de Kiev a establecer una "zona desmilitarizada" en la de Zaporiyia. Wasington defendió su derecho a inspeccionar las instalaciones nucleares rusas en el marco del tratado bilateral Nuevo Start, después de que Rusia anunciara la suspensión temporal de los registros estadounidenses en sus centrales.

El viceportavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel, aseguró que las inspecciones de instalaciones nucleares estadounidenses y rusas se suspendieron en la primavera de 2020 debido a la pandemia de covid-19, pero ambos países siguieron compartiendo información en virtud del tratado. Patel reivindicó en una rueda de prensa telefónica que dicho tratado "es un importante instrumento de estabilidad" que hace que tanto Estados Unidos como Rusia y el resto del mundo sean "más seguros".

Rusia anunció el lunes pasado la suspensión temporal de las inspecciones de sus instalaciones por parte de Estados Unidos, decisión que justificó asegurando que las sanciones impuestas al país con motivo de la invasión de Ucrania le están impidiendo realizar inspecciones en territorio estadounidense. El tratado Nuevo Start limita el número de armas nucleares estratégicas de cada país y fue renovado por cinco años poco después de la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca.