Lejos de amainar, la interna de Juntos por el Cambio continuó subiendo de tono luego de que todas las líneas de la UCR y del PRO repudiaran los dichos de Elisa Carrió, que denunció negociados de dirigentes de su alianza política con Sergio Massa. Primero que nada, porque Carrió siguió hablando: volvió a atacar a dirigentes con temas casi de la vida privada, le apuntó a Cristian Ritondo por el manejo de la Bonaerense cuando era Ministro de Seguridad bonaerense y no dejó de decir que todo estaba acordado con Mauricio Macri, que continuó en silencio sobre el tema. Solo un adlátere del expresidente coincidió con Carrió, aunque recomendó no caer en agravios. Hay reunión de la mesa nacional el martes próximo y la principal pregunta es si habrá que ir con casco.
Tras una jornada intensa de comunicados que volaban de un lado para el otro, donde la UCR y el PRO cerraron filas para tratar a Carrió de irresponsable y acusarla de querer romper Juntos por el Cambio, y la Coalición Cívica respondía que no iba a permitir que la alianza se desnaturalizara sumando personas "no decentes", podría haber habido un intento de sacar la discusión de la esfera pública. Después de todo, hace algunas semanas se habían puesto de acuerdo para hacer eso mismo. En este caso, no ocurrió.
Primero que nada, Carrió dio un reportaje a algunos diarios en que le explicó que sus frases sobre los negociados de algunos dirigentes de PRO -y hasta asegurando que tal o cual ministro de Macri tenía una amante- eran, en realidad, para poner un límite a las conversaciones con el peronismo. “Les quise poner un límite a todos con Massa. Es amigo de Horacio, pero sé que no está en el negocio de la energía”, dijo sobre el jefe de Gobierno a quien -al pasar- le asestó otro golpe: "Denuncié en silencio las grúas en la Ciudad", sostuvo sin decir mucho más sobre la concesión que viene desde el menemismo profundo y que Larreta mantiene con las mismas empresas. Al parecer, Carrió estaría pasando del alineamiento que tenía en 2020 con Larreta y Vidal a una cercanía mayor con Macri.
Por algún motivo, también decidió recordar el escándalo de cuando sacaron de la lista -que la líder de la CC encabezaba en 2017- a Joanna Picetti, dirigente vinculada de Rogelio Frigerio, que incluso fue al recinto de Diputados a reclamar a los gritos por su banca.
Las declaraciones de Carrió no hicieron más que agitar el avispero, como también lo hizo el silencio de Macri. El expresidente estuvo de gira por Rosario, donde dio un discurso en la Fundación Libertad en el que eludió hablar de la líder de la Coalición Cívica. En cambio, prometió que "Juntos por el Cambio va a volver a gobernar en 2023. Si en 2015 habían dejado al país en el tercer subsuelo, en el 2023 va a estar en el séptimo subsuelo”. Cuando la prensa intentó preguntarle, Macri eludió hábilmente todas las preguntas y se marchó.
Lo más parecido que hubo a un posicionamiento de su sector fue lo que dijo el ex secretario general de la presidencia Fernando de Andreis -un colaborador cercano de Macri hasta hoy- que intentó coincidir con el criterio político de Carrió, al tiempo que se despegaba de otras cosas que dijo sobre dirigentes del PRO. "Hay que ser incansables en la defensa de la república y las instituciones. Cuidar que JxC no se contamine con relaciones poco claras con el autodenominado panperonismo", dijo De Andreis. Sí admitió sobre Carrió que "algunas declaraciones podrían no ayudar" y que "hay que encontrar formas de marcar nuestras diferencias sin descalificar a terceros".
En el almuerzo de la cúpula del PRO programado para este viernes, Macri tenía pensado desplegar su idea de filtrar peronistas y hasta tenía algunos comisarios políticos para proponerles a Larreta y Bullrich. En el clima actual que dejaron las declaraciones de Carrió, hay que ver si se anima a hacerlo.
Por otra parte, el titular de la UCR, Gerardo Morales, siguió respondiéndole a Carrió: "Massa no cogobierna en Jujuy, eso es falaz, el que gobierna Jujuy soy yo que soy el gobernador. Así que rechazo terminantemente eso y todo lo que dijo sobre nuestros dirigentes, porque me parece que ese no es el camino. El camino es unir a Juntos por el Cambio y no tratar de romperlo". "Dice que esto se hace para evitar un acuerdo con Massa en el futuro, cuando nadie planteó eso, ningún dirigente planteó eso como sí ocurrió en 2015", planteó Morales. "Lo que sí se planteó es ampliar la coalición hacia el peronismo y se dio un primer paso con Miguel Pichetto. Y si vienen sectores que no tengan nada que ver con el Frente de Todos, serán bienvenidos, pero estamos muy lejos de eso todavía", advirtió Morales sobre la posición que comparte con Larreta.
En principio, la mesa nacional de Juntos por el Cambio tendría que reunirse el martes de la semana que viene. Habrá que ver con qué cara van los distintos sectores a reunirse luego de una serie de ataques públicos, respuestas y cuestionamientos.