En sus veinte años como bibliotecaria de la Oakland Public Library, en California, Sharon McKellar se ha topado con infinidad de objetos que la gente olvida entre las páginas de los libros que devuelve: fotografías, tarjetas, recetas de cocina, garabatos, incluso cartas de amor que han servido a lectores/as como señaladores improvisados. En vez de tirar al tacho estos mementos dejados por despiste, Sharon, de 46 pirulos, los ha ido coleccionando, y en 2013 decidió hacer público su curioso pasatiempo, escaneando y subiendo los tesoritos abandonados a la web Found in a Library Book, donde actualmente pueden verse cientos y cientos.

Parte de la magia es que simplemente aparecen -ofrece McKellar al Washington Post en una interviú reciente- Pueden haber estado en un libro durante mucho tiempo antes de que los notemos”. Usa el plural porque, conforme explica al rotativo, colegas de distintas latitudes se han copado tanto con su propuesta, que le arriman sus propios hallazgos para que ella los cargue en la concurrida página online. Más concurrida desde hace unos días, dicho sea de paso, cuando se viralizaron tuits de internautas que alababan su proyecto.

Al respecto, ella asegura que no filtra nada, que no selecciona qué compartir en la plataforma: “La idea es publicarlo todo, porque alguien puede encontrar valioso algo que, para mí, es una tontería, y viceversa”. En lo personal, cuenta, son las cosas más mundanas las que más le gustan; empezando por las listas, ya sean de compras, de tareas pendientes, de deseos por cumplir. McKellar, que se ocupa de borrar cualquier información privada (nombres, direcciones, etcétera) antes de postear el material en línea, reconoce además sentir especial debilidad por dibujos hechos por peques, “que pintan una imagen muy tierna y muy simple de qué piensan o qué está pasando en sus vidas”. Espera, por cierto, poder montar una exposición física algún día con estas epístolas, fotografías, papelitos…; una colección que, para ella, es una suerte de portal “que nos permite cotillear un poco la historia de personas anónimas e imaginar cómo serían”.