Mariano Loiácono, uno de los trompetistas más destacados de la escena del jazz argentino, presentará este domingo a las 13 en Bebop Club (Uriarte 1658), junto a la cantante Julia Moscardini y al pianista Ernesto Jodos, "Ellingtonía", un concierto que apuntará a mostrar "el lado más íntimo" de las composiciones de Duke Ellington, definido por el instrumentista como "uno de los músicos más importantes de la historia de la música popular del siglo XX".

En charla con Télam, Loiácono contó que el desafío principal para encarar este recital en trío fue respetar la obra del pianista y compositor estadounidense (1899-1874), de la manera más fiel posible pero "haciendo funcionar el agregado que uno le puede aportar hoy".

El músico nacido en Cruz Alta (Córdoba) sostuvo que el formato de trío lleva la música a un lugar íntimo, y da espacios para escuchar y disfrutar a cada uno de los integrantes. "La formación es ideal para una situación íntima, de mucho espacio, de mucha escucha entre los músicos y pensando en que la gente pueda disfrutar de esta nueva idea de Bebop, de domingo al mediodía, de comer algo y escuchar jazz, va a ser un concierto tranquilo, muy agradable para escuchar mientras uno come", indicó el trompetista y compositor.

Loiácono, de 40 años, integró la Sinfónica Juvenil de la Universidad Nacional de Rosario y la Orquesta de la Ópera de esa ciudad y se formó con Fernando Ciancio y Juan Cruz de Urquiza.

Actualmente el músico, reconocido también en la escena neoyoroquina del jazz, se encuentra grabando música propia con un quinteto, integrado por Jodos en piano, Sebastián Loiácono en saxo tenor, Jerónimo Carmona en contrabajo y Sebastián Mamet en batería, y con el que suele tocar en Bebop y Virasoro.

Desde 2016 dirige la Big Orchestra, integrada por 11 músicos y con la que recorre los clásicos de la época dorada del swing con arreglos propios.

Acerca de la figura de Duke Ellington, el instrumentista señala que 
"su principal virtud ha sido la composición, fue alguien que escribió mil temas, son todos muy lindos, de todos esos hay un gran porcentaje que son increíbles, y también que deja es la identidad de sonido", señaló Loiácono. "La orquesta de Ellintgton sonaba como la orquesta de Ellington, no como ninguna otra –subrayó-, tenía algo particular de la orquestación que se separaba un poquito de las demás big bands, instrumentaciones, por momentos clarinetes, clarinetes bajos, algo que lo hacía muy particular".