Festival Argerich - 10 puntos
Concierto de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.
Director: Charles Dutoit.
Solista: Martha Argerich
Programa: Concierto para piano y orquesta en Sol Mayor, de Maurice Ravel. Sinfonía Fantástica Op.14 de Hector Berlioz.
Con un concierto extraordinario comenzó, el viernes en el Teatro Colón, el Festival que lleva el nombre de Martha Argerich. La gran pianista argentina, junto al director Charles Dutoit al frente de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, cautivó una vez más a un teatro repleto y reverente. Una ajustada y encantadora interpretación del Concierto en Sol, de Maurice Ravel, fue el inicio feliz de una noche esperada, que se coronó con una poderosa versión de la Sinfonía Fantástica de Hector Berlioz.
En el final de la primera parte, mientras el público de pie reclamaba con el sonoro aplauso los bises de rigor, Argerich produjo uno de esos momentos que solo ella es capaz de provocar: reapareció en el escenario junto a David Chen, hijo preadolescente de Lyda Chen Argerich, música y abogada, la mayor de sus tres hijas. A cuatro manos, abuela y nieto -luciendo la camiseta de la selección argentina, jogging y zapatillas- se regodearon sobre el piano con “Laideronnette: Impératrice des Pagodes”, un momento de Mi madre la oca, de Ravel.
Esa imagen doméstica, en la que más allá de lo pintoresco se cifran insondables cuestiones que tiene que ver con la familia, las raíces y el oficio, fue el epílogo de otra lección de trascendencia de Argerich. Considerada entre las grandes intérpretes de la historia, a los 81 años la pianista irradia mucho más que el placer por la música bien tocada. De esa síntesis perfecta entre técnica y temperamento que representa, sale una fuerza contagiosa e inclusiva. Algo así como una forma de soberanía en cuerpo presente y sonante que arrasa con la mediocridad y moviliza la fantasía de un mundo, por lo menos, menos inmundo.
Sin pieza de apertura, como indicarían los preceptos de la ceremonia sinfónica, el programa comenzó directamente con la solista y Ravel. Un encuentro bien conocido: Argerich grabó el concierto del compositor francés por primera vez en 1967, con la Filarmónica de Berlín y el inolvidable Claudio Abbado; y lo volvió a grabar en 1980, con el mismo director italiano y la Sinfónica de Londres. También su partner le resultaba bien conocido: además de haber estado casados durante cuatro años, Martha y Charles interpretaron juntos este concierto innumerable cantidad de veces, desde aquella primera vez en Lausanne, en 1959.
La interpretación del viernes resultó prodigiosa. Habilitando el círculo virtuoso, el director trabajó para la pianista y controló con plástico rigor la delicada red de diálogos con los solistas de la orquesta. En esta dinámica, el encantador “Adagio assai” central, para muchos uno de los grandes momentos de la música Occidental, resultó un sensible trabajo de orfebrería, antes del desenlace chispeante del “Presto” final y la explosión redentora del aplauso que retumbó por varios minutos.
La segunda parte del programa, con la “Fantástica” de Berlioz, sostuvo el gran nivel de la primera. La lectura de Dutoit sobre una obra que puede encandilar con su teatralidad exterior fue implacable. Con ideas claras, gesto preciso y gran presencia física, penetró hasta el fondo una partitura compleja en su orquestación y muy articulada en su estructura, para sacar lo mejor de una orquesta con óptimos reflejos.
Una novedad de las últimas horas es que para tres conciertos del Festival Argerich, el Colón habilitará, para menores de 35 años, entradas a 200 pesos. Será para los recitales de los pianistas Sergei Babayan (domingo a las 20.30) y Dong Hyek Lim (miércoles a las 20) y el concierto de la Filarmónica con el mismo Dong como solista (jueves a las 20). Las entradas sólo podrán adquirirse el mismo día de cada concierto a partir de las 14, de manera presencial en la boletería de Tucumán 1171, presentando DNI. Podrán obtenerse un máximo de dos entradas por persona y la ubicación será elegida por orden de llegada.
Argerich regresará al escenario del Colón el domingo a las 17, para interpretar la Partita nº 2 de Johann Sebastian Bach, en un programa que se completa La historia del soldado, de Igor Stravinsky, dirigida por Dutoit. El martes tocará música de Sergei Prokofiev a dos pianos con Sergei Babayan y el sábado 20, en el cierre del Festival, interpretará el Concierto nº 3 de Prokofiev, con la Orquesta Estable dirigida por Luis Gorelik.