Independiente rescató un empate 1-1 en su visita a Lanús, en un partido en el que mostró más empuje que fútbol pero que le permitió al menos recuperarse de la derrota del clásico ante River. Los locales se adelantaron por intermedio de José Sand en la primera mitad, pero los visitantes llegaron a la igualdad a través de Leandro Benegas en una acción en la que Lanús reclamó infracción sobre el arquero Fernando Monetti.
El inicio presentó acciones intensas y equilibradas por parte de ambos conjuntos, con el propósito de lograr el predominio uno sobre el otro, en especial en la zona de gestación. En ese sentido, sin ser claramente superior, Lanús se animó a merodear el área visitante con algunos intentos que no prosperaron en las decisiones finales para embocar los tiros entre los tres caños del arco visitante. Pero esa insistencia tuvo su premio cuando el colombiano Raúl Loaiza impulsó un pase aéreo entre líneas, con la defensa adversaria mal parada, para que el debutante Franco Troyansky asistiera a Sand, que dentro del área no perdonó: con un toque sutil venció la resistencia de Milton Álvarez.
De a poco fue creciendo Independiente, que en el último cuarto de hora del primer período supo aprovechar el repliegue de Lanús, que se conformó demasiado rápido con la ventaja. Así, los visitantes generaron su primera llegada clara con una veloz entrada de Damián Batallini por izquierda, que ante la salida de Fernando Monetti, remató desviado por sobre el travesaño. Luego tuvo otra con la carga de Benegas, cuyo tiro fue bien neutralizado por el arquero de Lanús.
En el complemento, Independiente le imprimió más empuje que juego a su accionar ante un rival que propuso un ordenado dispositivo defensivo y que contó con una clara oportunidad de aumentar la ventaja a través de un remate de Troyansky que se estrelló contra el caño izquierdo del arco de Álvarez.
Pero de tanto insistir, los de Avellaneda encontraron el resquicio para que Benegas pudiera marcar la igualdad, con un cabezazo defectuso que cruzó el arco y se metió por el segundo palo, mientras todo Lanús reclamaba una infracción de Facundo Ferreyra sobre Monetti. De esa manera se cerró un empate que premió la búsqueda de uno y castigó la tibieza del otro.