River dio una nueva muestra de contundencia para golear 4-1 a Newell's en el Monumental, en un partido que le fue mucho más difícil en el desarrollo que en el resultado. Dos ráfagas, una en cada tiempo, le permitieron consolidar una ventaja mucho más nítida de lo que se reflejaba en el campo de juego.
Pablo Solari, en dos ocasiones y en cuatro minutos, anotó los dos goles que encaminaron el triunfo cuando el encuentro era parejo. Ya en la segunda mitad, cuando Newell's había asimilado esos impactos y amenazaba por el descuento de Pablo Pérez, primero Javier Pinola y luego Matías Suárez, con un golazo, volvieron a poner tranquilidad en el marcador en un puñado de minutos y sepultaron cualquier intento de reacción rosarina.
En el arranque del partido, River encontró una fuerte oposición de Newell's, que se plantó sin complejos y merodeaba en las réplicas con Sordo y Reasco. A pesar del triángulo Quintero-Palavecino-De la Cruz, al equipo de Gallardo le costaba generar fútbol, más allá de algunas pinceladas del colombiano. Pero a medida de que De la Cruz comenzó a involucrarse más en el armado, River empezó a predominar en el trámite. Y cuando en eso estaba, un remate afortunado de Solari, que se desvió en Vangioni, posibilitó la apertura del marcador. Cuatro minutos más tarde, sin dejar reaccionar a su rival, Solari volvió a recibir de Palavecino y está vez definió con cruzado y con categoría para poner el exagerado 2-0.
Cuando Pérez encontró el descuento y puso suspenso en el marcador, de nuevo llegó la ráfaga de River para sentenciar: primero Pinola cabeceó un corner de Palavecino y luego Suárez, con enorme jerarquía, definió de afuera del área para completar una goleada basada en su contundencia.