“Los jueces de la Corte van a tener que entender que se tienen que ir”. Así resume el juez Juan Ramos Padilla la convocatoria de ayer a la tarde en Parque Centenario. El encuentro fue convocado en conjunto con el funcionario bonaerense y dirigente peronista porteño Jorge Rachid por redes sociales y tuvo una amplia participación de ciudadanos que exigieron la renuncia de los miembros del máximo tribunal y la democratización del Poder Judicial".
Con la mirada puesta en las principales autoridades del poder judicial, y en una semana que tuvo a los funcionarios de la causa Vialidad en el centro de la polémica por los hallazgos de fotos y encuentros que los vinculan con el macrismo, los oradores del acto expresaron el rechazo a un aparato que, aseguran, atenta contra los valores democráticos. “El poder judicial ha sido siempre una herramienta de control social, para tenerlos sometidos”, dijo Ramos Padilla en su discurso.
El encuentro fue a las 12. Según informaron voceros de la convocatoria, cerca de 5000 personas se concentraron con el respaldo de sectores sociales y gremiales. Fue un día soleado, algunos lo describieron como "un día bien peronista". Consignas pintadas sobre cartones y remeras con la cara de Cristina Kirchner colorearon el acto. "La multitud que hoy se juntó en Parque Centenario superó ampliamente las expectativas que teníamos", destacó Rachid.
Finalizado el encuentro, Ramos Padilla dijo a Página/12 que, frente al discurso de algunos medios y funcionarios de la oposición, “hoy no hubo aparato, ni bombo, ni choripán, ni micro. Acá hay gente nada más”. Y reafirmó la continuidad de estos encuentros: “cada vez vamos a ser más, en todas las plazas de Buenos Aires, la mayor cantidad de veces que podamos, los jueces de la Corte va a tener que entender que se tienen que ir”.
Las declaraciones son interrumpidas por palabras de apoyo de quienes lo ven pasar. “Gracias por todo, a usted y a su hijo”, dice una señora que lo reconoce al paso. Luego de algunas fotos y saludos, el juez prosigue con su mensaje, esta vez, en relación a la causa de la Obra Pública y al rechazo de las recusaciones presentadas por las defensas: “Es el papelón internacional más grande de los últimos años. Es una vergüenza sacada, como siempre, entre gallos y medianoches”.
La gente fue protagonista de este acto. Entre las alocuciones de los oradores se escucharon los cantos que suelen corear los militantes: “Si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar” o la marcha peronista. Pero no hubo convocatoria de organizaciones políticas. Este fue, de hecho, un error para algunos manifestantes que reclamaban presencia de las organizaciones que integran el Frente de Todos. Otros, sin embargo, se sienten más cómodos con la ausencia de movimientos partidarios, en línea con las declaraciones de Ramos Padilla: “Acá no vino ninguna orga, esta es gente de barrio, gente común que viene a manifestarse”.
Por su parte, el médico sanitarista Jorge Rachid recordó otros casos en los que la Justicia actuó en beneficio del poder político. En su discurso, señaló a “una Corte canalla, corrupta y criminal” por la detención de Milagro Sala. Y destacó la comparecencia de Cristina Kirchner ante la Justicia, frente a las acusaciones: “La compañera Cristina perseguida nuevamente, siempre a derecho. No como esos cobardes que se esconden en el exilio, poniendo sus capitales fuera del país y vaciando y saqueando a la Argentina”.
También ilustró de qué manera los líderes políticos de la región son blanco de la persecución judicial: “Esta Corte se alió a un poder internacional a través del lawfare, diseño estratégico de los Estados Unidos para bloquear a los movimientos nacionales latinoamericanos encarcelando a Lula, a Correa y golpeando al pueblo boliviano con un golpe de Estado”. Y ponderó el acompañamiento de distintos sectores de la sociedad para llevar adelante el reclamo: “El peor compañero del Frente es mil veces mejor que el mejor que está del otro lado, porque no va a vender la Patria”, sentenció.
Con los hashtag #TodosConCristina y #CorteaLaCorte entre otros, las redes sociales fueron el caldo de cultivo de esta movilización. En la sobremesa del encuentro, un grupo de vecinos del barrio intercambian algunas sensaciones de lo que escucharon. “Vinimos porque pensamos que hay que estar en las calles”, dice una de ellas; a lo que otra le contesta: “Hoy es un día bien peronista”, en alusión al sol que realza los 20 grados de un atípico mediodía de agosto.
El acto finalizó hace varios minutos y las personas que se retiran se mezclan con las que llegan a disfrutar del sábado. Uno de los asistentes al encuentro exhibe con orgullo sus carteles. “Hay tres poderes organizados que están contra Cristina y el pueblo: el económico, el mediático y el judicial. Si podemos torcerle el brazo al menos a uno de ellos, vamos a tener una sociedad más equitativa y justa”, señala. Y pone el foco en la movilización de la sociedad: "Tenemos que entender que la patria es el otro, y dejar de pensar individualmente, y desde nuestros consumos".
“Cuando convoca Ramos Padilla, hay que estar puntual. No como nosotras que llegamos siempre tarde”, dice entre risas una manifestante, mientras saluda a compañeros que le cuentan los pormenores del encuentro. Una de ellas, con un cartel que dice “Todos con Cristina”, la consuela: “Ya dijeron que dentro de 15 días volvemos a reunirnos acá”.