Las centrales obreras saldrán esta semana a las calles empujadas por el deterioro salarial de sus trabajadores ante la escalada inflacionaria que agitan los grupos económicos concentrados y la especulación financiera en busca de una devaluación de la moneda. La CGT y la CTA de los Trabajadores (CTAT) coincidirán este miércoles 17 de agosto en una movilización que partirá desde el Obelisto hasta el Congreso Nacional en una demostración de fuerza del movimiento obrero pero con consignas y propuestas diferentes para defender el poder adquisitivo de los salarios, donde algunos sotienen la paritaria como única herramienta y quienes reclaman además una suma fija para los trabajadores y gremios más postergados en la escala salarial. Mientras la flamante conducción de la CTA Autónoma (CTAA) anunció su propia jornada de "cortes, asambleas y movilizaciones" para el día siguiente, el jueves 18, en reclamo de un Salario Básico Universal para desocupados y un aumento "de emergencia" para trabajadores y jubilados. En tanto el Gobierno convocó a las centrales sindicales y cámaras empresarias para el 22 de agosto para actualizar el Salarío Mínimo, Vital y Móvil. Pero sigue sin fecha el cónclave de empresarios y sindicalistas que el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció para la semana pasada con la propuesta de discutir la mejora de los salarios de entre 50 y 150 mil pesos; y que el presidente Alberto Fernández trocó luego por “un acuerdo de precios y salarios”. Una indefinición que amenaza con tensar la relación de los gremios con la Casa Rosada.
Movilizaciones, consignas y deserciones
Luego de muchos cabildeos, la CGT confirmó la movilización que había anunciado con demasiada antelación para el 17 de agosto, sin consignas ni a quien iba dirigido el reclamo. El triunviro cegetista Héctor Daer llamó la semana pasada a movilizarse bajo el lema “Primero la Patria”, en reclamo de “un plan antiinflacionario” y llamados “a la responsabilidad de los actores políticos” y a la “unidad” para “evitar que al ajuste lo paguemos todos”. “Queremos defender nuestro salario. Basta de especulación”, culmina la proclama que publicó en las redes sociales.
Aunque la convocatoria ya sufrió la deserción de la Unión General de Asociaciones Trabajadores del Transporte (Ugatt). En un documento que difundió la Ugatt, que encabeza el maquinista ferroviario Omar Maturano y donde participan gremios que responden a Luis Barrionuevo, argumenta que prefieren esperar que "se pongan en marcha las políticas" anunciadas por Massa. Y se excusó de participar de la movilización convocada "por parte de la querida e imprescindible CGT, a la cual pertenecemos", puesto que "hoy (la central obrera es) conducida por tres fracciones que no representan al movimiento obrero en conjunto". Una postura que pone en aprietos al triunviro Carlos Acuña, que responde al gastronómico.
En cambio, dentro de la conducción cegetista, los sectores aliados al triunviro Pablo Moyano como el Frente Sindical para el Modelo Nacional y la Corriente Federal le pusieron su sello a la protesta con una definión del camionero: “Denunciar a los especuladores que perjudican al Gobierno con golpes de mercado y a los trabajadores con los aumentos de precios”. "Si los empresarios argentinos no son solidarios en un contexto mundial muy complejo, esta marcha será el inicio de la lucha", advirtió el dirigente camionero desde Roma, donde visitó al Papa Francisco y participó del encuentro del organismo que nuclea a todos los gremios de transporte del mundo (ITF) realizado en la Academia Pontificia.
En los primeros días de agosto, un plenario del Frente Sindical para el Modelo Nacional, la Corriente Federal de Trabajadores y la CATT (transporte), plantó postura sobre el contenido de la marcha “contra los especuladores que desestabilizan la economía”. “El movimiento obrero asume la responsabilidad de dar una dura batalla, mostrando su garra y su fuerza combativa contra los grupos económicos concentrados formadores de precios a los que solo les interesa lucrar a costa del hambre de nuestro pueblo”, sostiene el documento que rubricaron 80 organizaciones.
Un contenido que la CTA de los Trabajadores también le adjudica a la movilización. “Marchamos contra devaluadores, especuladores y ajustadores”, dice en su propia convocatoria. "Hay que iniciar un proceso de movilizaciones para que el pueblo en la calle sea protagonista de una agenda que contemple una respuesta para lograr salir de esta situación con más democracia, más distribución y justicia social y no con más ajuste", había dicho su secretario general Hugo Yasly en declaraciones a la AM750 cuando la propia movilización aun era incierta. Una postura que ahora ratifican.
En tanto, la flamante conducción de la CTA Autónoma (CTAA) que en las elecciones del jueves pasado consagró a Hugo “Cachorro” Godoy al frente de la central anunció su propia jornada de lucha con "cortes, asambleas y movilizaciones" para el jueves 18. "Queremos ratificar el plan de acción en reclamo de Salario Básico Universal, aumento de emergencia para trabajadores activos y jubilados, y de un Salario Mínimo, Vital y Móvil que esté por arriba de la inflación, que lamentablemente este año no va estar por debajo del 80 por ciento", afirmó Godoy.
Gobierno, paritarias y suma fija
La disputa por la metodología para alcanzar la recuperación salarial también divide opiniones entre los gremios. La mesa chica cegetista insiste en que la herramienta sindical es la paritaria. “Eso lo manejan las paritarias”, volvió a ratificar el triunviro Acuña, para referirse a la negativa de la mayoría de los dirigentes de la CGT sobre un incremento general de los salarios privados para hacer frente a la inflación, con el que en algún momento se insinuó desde el Gobierno. Un tema que ahora está en dudas o directamente descartado, mientras crece la conflictividad gremial por adelantamiento de cuotas ya pactadas o la reapertura de las negociaciones.
La UOM, uno de los gremios industriales mas poderosos y con poder de fuego propio, consiguió recién la semana pasada la homologación del adelantamiento de las cuotas paritarias, luego de un extenso plan de lucha para vencer la resistencia de las cámaras empresarias del sector. Una pelea que aún disputan numerosos gremios de la actividad privada sin soluciones a la vista.
La Unión de Empleados de la Justicia de la Nación realizó un paro y amenaza con un plan de lucha si la Corte Suprema no firma el 15 por ciento de recomposición salarial que habían acordado. Los médicos bonaerense se sumaron a los estatales para reclamar reapertura paritaria, un reclamo que se extiende a varias provincias.
Desde la CTAT, en cambio, consideran necesario una recomposición inmediata de los salarios. “Estamos proponiendo un aumento otorgado por el gobierno con una suma fija. Eso no es ir en contra de las paritarias”, señaló Yasky y consideró que “el aumento de suma fija se aplicó más de una vez en situaciones de emergencia, como durante el gobierno de Néstor Kirchner”. “Los salarios se mantuvieron en la paritaria y la remarcación de precios fue frenética”, insistió el diputado del FdT en declaraciones a El Destape Radio y sostuvo que “sería bueno un acuerdo con los empresarios de una recomposición de salarios que no sea deshilachada por aumentos de precios”.
Una propuesta que comparte Pablo Moyano, desmarcándose de la postura de la mesa chica cegetista. “No voy a impedir que un trabajador que tenga sueldo bajo cobre un bono, aumento, suma fija o como se llame”, había declarado el dirigente camionero.
Una discusión que aparece atada a la anunciada convocatoria del Gobierno a trabajadores y empresarios para la semana pasada pero que hasta ahora no se concretó ni tiene fecha. Un encuentro que Massa definió como una mesa para mejorar los ingresos mas bajos de la pirámide salarial de los trabajadores registrados. Y que luego el Presidente la redefinió como la búsqueda de un acuerdo de precios y salarios. Una demora que pone en guardia a la dirigencia sindical, que ve deteriorar los ingresos de sus afiliados en medio de la escalada inflacionaria.