La muestra Lhajwus Lhenek: “El arte de mis manos, el fruto de mis manos” se inaugurará el próximo jueves a las 19, en el Mercado Artesanal de la ciudad de Salta, y permanecerá hasta el 31 de agosto, con entrada gratuita.
La exposición propone una instalación de 50 obras en fibras de chaguar y cerámica, cada una de ellas con mensajes de la Madre Naturaleza en un contexto donde está siendo contaminada, talada y explotada. Estos trabajos, el "fruto de nuestras manos, que es el arte" son una muestra de la resistencia de los pueblos originarios, dijo Abel Mendoza, o Lutsej, por su nombre indígena.
"Sabemos bien que la cerámica cumple con una función significante, que significa muchas cosas, porque el arte que es la cerámica viene de la tierra, viene del barro, que la tierra habla, habla y nos da sabiduría, nos da a entender que nosotros tenemos que cuidar, proteger y fueron nuestras raíces, nuestros ancestros, que lucharon por estas tierras, ellos trataron de cuidar". En ese contexto, el arte es "muy importante porque" expresa "el sentimiento del pueblo indígena".
Lhajwus Lhenek es la primera muestra de arte wichí, con curaduría intercultural, organizada por artistas y poetas del Centro Cultural Tewok, de la Comunidad wichí de Santa Victoria 2, la Fundación Cebil y la Unión Autónoma de Comunidades Originarias del Pilcomayo (UACOP), con el apoyo de la Secretaría de Cultura de la provincia a través del Fondo Ciudadano de Desarrollo Cultural 2021.
Lutsej puso énfasis en usar el término arte para referirse a las obras. Esta afirmación implica una toma de posición frente a la costumbre occidental de referirse a las producciones de los pueblos indígenas, y sectores populares en general, como artesanía.
Asimismo, Lutsej sostuvo que para la presentación en Salta tratarán de darle máxima difusión, sobre todo con la idea de llegar a otros artistas, para visibilizar a los pueblos indígenas. "Vamos a llevar un mensaje desde Santa Victoria, la comunidad wichí, un mensaje donde queremos que valoren todo lo que es del sentimiento" y esa valoración significará un apoyo importante para su pueblo, dijo Lutsej, que preside la UACOP. Agregó que pedirán al Estado provincial y nacional que les "brinden las herramientas necesarias" para "seguir difundiendo".
Con esa idea de hacer conocer "el mundo del arte indígena", en el Centro Cultural Tewok se propusieron, en el marco de este proyecto, el rescate y reconstrucción del arte del Pueblo Wichí. Para eso contaron con la ayuda de Isabel Ruarte, una de las últimas maestras del arte ancestral Iñat, la cerámica wichí.
Lutsej destacó que esta es la primera muestra que se hará en Salta, y subrayó que no se trata de mostrar obras de barro y nada más, "sino que hay que hacer con sentimiento, hay que hacer con amor" como lo hacían sus ancestros y "es lo mismo en lo que nosotros estamos. Nuestros ancestros fueron los cuidadores del medio ambiente, no destruir el monte, cuidar los ríos, que sean cristalinos, todo lo que es ciénego, los animales libres, eso significa el arte".
"Todavía existimos"
"En sí nosotros ya somos arte, pero lo expresamos a través de las obras de nuestras manos, como lo señala el proyecto, que para nosotros es realmente muy importante mantener viva esta identidad, de que todavía como pueblos originarios, existimos, todavía tocamos la tierra, caminamos sobre la tierra", sostuvo Candela Mendoza.
Sobre la muestra, la consideró "una oportunidad de brindar un pensamiento tal vez nuevo para algunos" y exhibir que "cada uno de los trabajos que hacemos es único, que tiene un sentimiento, que tiene un trabajo más allá del proceso de producción".
Contó que las mujeres de la comunidad están "muy entusiasmadas con este proyecto, realmente tenemos muchas expectativas en cuanto a esto de que se dé el valor que requieren estos trabajos, porque por cada uno de los trabajos que hacemos, al ser único, requiere de un sentimiento" para su creación.
Anticipó que en la muestra se exhibirán "cosas que trabajamos del día a día del subsistir para todas las mujeres, más allá de que nosotras trabajamos con esta materia prima se puede decir también que porta un saber, también porta sentimiento, como ser el chaguar, que también para nosotras tiene una historia; la cerámica, que también tiene una historia que nos la enseñan de generación en generación" y lo mismo pasa con el palo santo.
Candela destacó que las "emociona mucho esto de poder mostrar algo propio, de que el otro pueda aprender de nosotros y que nosotros aprendamos de él, como un intercambio no solamente cultural sino de la propia sabiduría que portamos cada uno de nosotros".
La muestra tiene como objetivo visibilizar el arte wichí como patrimonio vivo e intangible del territorio de Salta. Se la podrá visitar de 10 a 13 y de 16 a 20 horas, en el Centro de Interpretación del Mercado Artesanal de Salta (avenida San Martín 2555).
Las manos de la tierra
Esta muestra de arte wichí mereció el saludo del ex ministro de Cultura de Paraguay, el curador de arte y teórico del arte contemporáneo Ticio Escobar: "Reúne características que la vuelven, más que un evento, un acontecimiento; es decir, la irrupción de un complejo de hechos y manifestaciones que no se consuma en la pura presentación de las obras, sino que reinstala un tiempo y reposiciona diversos elementos, ca los que mantiene activos o latentes, pero vitales siempre", aseguró en un texto escrito desde Asunción.
Señaló en este sentido que "En primer lugar, las piezas de cerámica wichí son propositivamente encaradas no como expresiones artesanales, sino como obras de arte. Este enfoque supone refutar la posición etnocéntrica que reserva el nombre de 'arte' a las producciones hegemónicas de raíz euroccidental, en tanto que designa con el nombre menor de 'artesanía' las creaciones de sectores indígenas y populares. Tal posición, marcadamente colonialista, desconoce, por un lado, el hecho de que las obras diferentes se encuentran provistas de valor estético y expresivo; por otro, ignora que ellas se conectan con aspectos vitales de la cultura en cuyo contexto surgen. Es decir, gran parte del sistema hegemónico del arte pasa por alto la evidencia de que el arte indígena, la cerámica wichí en este caso, participa de las notas que ese mismo régimen requiere para otorgar el título de 'arte': la calidad estético-formal y la presencia de contenidos que traducen maneras propias de sentir e interpretar el mundo".
"Cada vez más esta posición discriminatoria está siendo refutada no solo por el avance del pensamiento decolonial, sino por la expansión irrefutable de obras que aportan al arte universal formas genuinas y potentes, capaces de renovar los cansados imaginarios occidentales", agregó Escobar.
En segundo lugar sostuvo que la exposición Lhajus Lhenek "tiene el valor de conectar cuestiones centrales de la cultura contemporánea, articulables con dificultad por el arte contemporáneo de raíz ilustrada. La cerámica wichí, en lo fundamental a cargo de mujeres, se alimenta de la memoria colectiva: una tradición centenaria que, al mismo tiempo, se conserva y se renueva de modo constante. También se nutre con fuerza del medioambiente; según informan artistas y poetas del Centro Cultural Tewok, el término O’watsancheyaj significa 'mi naturaleza verde sostenida', sostenida por manos que, colectivamente, se hunden en el barro y lo transforman en imágenes potentes sin perder la humedad de la tierra, su savia, ni olvidar la energía que aporta la materia viviente, crecida con la pasión humana, íntima parte suya".
Finalmente resaltó que "La recuperación de la memoria wichí, como todo acto de apuesta por la memoria, tiene un sentido político. La transmisión de la cerámica a 'nuevos guerreros culturales', según palabras de la comunidad, significa 'una forma de resistencia de nuestras raíces'. Una manera de oponerse al exterminio de formas alternativas a la hegemonía de la globalización cultural". Y concluyó considerando "por eso, que esta exposición constituye, mucho más que una muestra de la producción creativa wichí, una afirmación de la vitalidad de formas tradicionales capaces de reinventar el camino del sentido colectivo y contribuir a la compleja diversidad que requiere el arte universal".