La orquesta de cumbia La Delio Valdez desbordó el estadio porteño Luna Park en la segunda de las tres presentaciones de su reciente sexto álbum El Tiempo y la Serenata con un recital potente, impecable y festivo plagado de invitados y diversos momentos que dosificaron la natural apuesta por el baile.
Aún con el sector de campo sin sus habituales butacas y convertido en una abigarrada pista, el conjunto matizó el pulso rítmico de su repertorio a partir de un espectáculo capaz de mostrar los aprendizajes y los puentes construidos en 13 años de notable actividad.
Si María Elena Walsh dio cuenta de su contexto con la estupenda “Serenata para la tierra de uno”, bien puede arriesgarse que La Delio Valdez con El Tiempo y la Serenata, su modo autogestivo de organización y su discurso consecuente construyó un posible alegato actual sobre el que posicionarse.
Así y entre la creciente proliferación de fenómenos de latinización de la cultura popular argentina, la agrupación reafirmó que lo suyo no es la mera copia de modismos y ritmos que habilitan posturas sexistas y reaccionarias, sino una propuesta que desde la cumbia toma partido y se esfuerza por dialogar e integrar otros colores que la enriquecen desde una personalidad propia.
Por ello la agrupación con sus 16 integrantes fue capaz de recibir sobre el escenario a lo largo de la extensa velada a ilustres visitantes como Chango Spasiuk, La Bersuit, Richard Rosales (guitarrista de Ráfaga) y a los Hermanos Méndez, entre una galería de artistas que tiñeron una propuesta macerada con entrega.
Con el acordeonista y autor misionero compartieron “Cumbia del río” y la combinación entre el tradicional “Granja San Antonio” y la creación de Spasiuk “El Camino” y plasmaron lo que uno de sus miembros definió como “esta unión de cumbia y chamamé que son músicas del pueblo”.
En tanto los Hermanos Méndez montaron una suerte de remanso en un patio de románticas canciones entrañables como “Vereda Tropical”, “Senderito de Amor” y “La Múcura” y la guitarra de Rosales adobó la “Anacumbia”. Por su parte, La Bersuit se integró con su pulso rockero a “Recuerdo de Ayer”, otras de las canciones registradas en el disco presentado en esta serie.
Pero, además, cada pasaje se encargó de poner el foco en las diferentes personalidades que pueblan la propuesta, comenzando por las voces de la ex Bandana Ivon Guzmán y Black Rodríguez Méndez. Luego hay una machacante sección rítmica a cargo de Pedro Rodríguez voz, timbal con bombo y tambora; Sebastían Agüero tumbadoras; Tomás Arístide güiro y/o maracón, María Ximena Gallina bongó y tambor alegre; Juan Albornoz en percusiones varias; Manuel Cibrian voz y guitarra, León Podolsky bajo eléctrico y los endiablados vientos a cargo de Agustina Massara, Pablo Broide saxofón alto y tenor; Santiago Moldovan clarinete; Milton Rodriguez y Damián Chavarria trombones; y Pablo Vázquez Reyna y Agustín Zuanigh en trompetas.
Tras un ígneo set de apertura a cargo de DJ Sonido Sabanero (uno de los tres encargados de inaugurar las veladas, siendo los otros dos Superchango el sábado y Cumbia Warrior, este lunes), la oscuridad total y el canto masivo “Delio Valdez”, la banda saltó a escena con dos de las diez canciones de El Tiempo y la Serenata, “Por una vez en la vida” y “Cumbia de los dos”.
Apelando a la estética azulada y estrellada presente en la gráfica de la placa de estreno que dominó la escena, el combo hizo refinado uso del dispositivo visual integrado por dos pantallas dobles laterales, un telón de imágenes al fondo del tablado y otro par de paneles delgados y en “ve” a gran altura sobre el escenario. Y con las luces casi siempre a pleno sobre la banda dando un entorno más cercano a un baile popular que a un concierto, el combo hizo alegre equilibrio entre ambas posibilidades y compartió el agasajo.
“Gracias a ustedes podemos compartir el lanzamiento de este disco con tres Luna Park agotados porque somos una cooperativa autogestiva e independiente que ponemos todo acá”, destacó el percusionista y cantante Rodríguez y desató una ovación cómplice y compartida.
Esa postura política tuvo un testimonio explícito en “Hasta el último round”, otra pieza nueva, que incluye fragmentos del discurso final del chileno Salvador Allende antes de ser derrocado (“la historia es nuestra y la hacen los pueblos”), acompañando el texto de la canción que dice: “Y no hay ni dios ni patrón / Que me puedan robar lo que siento / Y si vuelvo a caer me levanto otra vez”.
Este lunes a la noche La Delio Valdez completará la impresionante trilogía de shows en el emblemático reducto del Bajo de Buenos Aires que prolonga un tour iniciado en julio en Mar del Plata y que hasta el 29 de octubre tiene otros 13 conciertos por el país y uno en Santiago de Chile.
La gira seguirá el viernes 19 en Quality Espacio de Córdoba, el 26 en Complejo La Superiora de San Juan, una noche después en el Arena Maipú de Mendoza, el 2 de septiembre llegará al Club Floresta de Tucumán, el 3 y el 4 a Tribus Club de Artes de Santa Fe, el 16 al Delmi salteño y el 17 al Estadio Olímpico de Palpalá. En octubre y tras visitar el Club Chocolate de Santiago de Chile, hay espectáculos previstos en Opus Costanera de Río Cuarto (14), Club Estudiantes de Santa Rosa (21), Espacio Comuna de San Luis (22), Ruca Che de Neuquén (28) y Bomberos Voluntarios de Bariloche (29).