El empresario Alberto Roemmers, uno de los hombres más ricos de la Argentina con una fortuna estimada en más de 2.000 millones de dólares, falleció a los 95 años, tras una larga trayectoria en la actividad farmacéutica: el laboratorio de su familia alcanzó a ser la compañía nacional con más facturación en aquel rubro.
Roemmers era, hasta el año pasado, el cuarto hombre más rico del país (según el ranking Forbes) al calcular su patrimonio familiar en 2.400 millones de dólares, solo superados por Marcos Galperin (Mercado Libre), Paolo Rocca (Techint) y la familia Pérez Companc.
Alberto asumuió muy joven asumió la conducción de Roemmers, compañía farmacéutica fundada por su padre en 1921, llevándola al primer lugar en el mercado de productos farmacéuticos de venta bajo receta: popularizó marcas de medicamentos como Sertal, Lotrial o Amoxidal.
En la década del 60, la empresa expandió por América Latina, al convertirse en uno de los laboratorios regionales más importantes. En tanto, en el plano local, la farmaceútica facturó -solo el 2020- 423 millones de dólares a precio mayorista: cinco de los diez medicamentos más vendidos eran de esa firma, de acuerdo al informe elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el Centro de Estudios Políticos para Personas Mayores (Ceppema), la Asociación Latinoamericana de Gerontología Comunitaria (Algec) y el Centro Cultural El Amor y la Igualdad.
Tuvo cuatro hijos con Hebe Colman: Andreas Christian Roemmers, que falleció en 1998 en un accidente cuando cayó con un parapente en Mendoza; Alberto hijo (65 años), Alfredo Pablo (61 años) y el escritor Alejandro Guillermo (63 años).
El origen del laboratorio Roemmers
Su padre, Alberto Roemmers nació en Lennep, Renania del Norte- Westfalia, Alemania y a temprana edad se radicó en la Argentina. En 1921 fundó Laboratorios Roemmers y desde 1961 la compañía inició un proceso de expansión internacional, con distribución de sus productos en otros 17 países de América Latina. En 1975, su viuda, Candelaria Wolter de Roemmers, creó la Fundación Alberto J. Roemmers que, entre sus múltiples actividades, destina parte de las ganancias de la empresa a subsidios para la investigación en Argentina, organiza simposios y conferencias y publica libros para los estudiantes de medicina.
En abril pasado, la familia vendió su participación del 50 por ciento en Mega Pharma, un laboratorio con sede en Uruguay que concentra las operaciones de la marca Roemmers fuera de Argentina.
La compañía cuenta con cinco plantas distribuidas entre la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense: pese a que se desarrollaron en una amplia gama de fármacos, el laboratorio se destaca en las líneas de cardiología, pediatría, clínica médica, geriatría y cirugía. Su fábrica alcanza, por sí sola, una capacidad de producción de 85 millones de unidades por año.