Opositores del gobierno de Nicaragua, que encabeza Daniel Ortega, solicitaron al papa Francisco que se pronuncie ante los reiterados casos de detenciones a sacerdotes en el año.
La Diócesis de Siuna denunció este lunes la detención y desaparición de uno de sus sacerdotes, Óscar Benavidez. De esta forma, ya son tres los sacerdotes detenidos en lo que va del año. El párroco fue detenido tras oficiar una misa el domingo, indicó la Diócesis mediante un comunicado en su cuenta de Twitter.
Benavidez es el noveno sacerdote que se encuentra bajo custodia policial, incluyendo al obispo Rolando Álvarez y otros cinco sacerdotes que, según los medios, están encerrados desde principio de mes en el Palacio Episcopal de la Diócesis de Matagalpa, al norte del país.
Por su parte, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (ANPDH) afirmó que el sacerdote fue detenido de forma arbitraria. "Según informaciones, fue sacado de su vehículo y llevado en una patrulla (policial) con rumbo desconocido".
Asimismo, la semana pasada, 60 organizaciones de la sociedad civil enviaron una carta en conjunto y pidieron con “desesperación” su pronunciamiento al papa. “Nos sentimos conmovidos e indignados por las imágenes en las cuales Monseñor Rolando José Álvarez, Obispo de la diócesis de Matagalpa, aparece rodeado de agentes de la Policía Nacional, hincado con el Santísimo en custodia en las manos tras ser impedido de ingresar al templo para celebrar los oficios religiosos propios de ese día”, expresaron las organizaciones.
Álvaro Leyva, secretario general de la ANPDH, dijo que días atrás, en declaraciones a Radio Francia Internacional, que la relación entre el gobierno de Ortega y la Iglesia católica se rompió en 2018, cuando la institución hizo de mediadora en la crisis social y política y resguardó a manifestantes heridos.
Leyva explicó que los representantes de la Iglesia “nunca han estado en armonía ni en sintonía" respecto con lo que promueve Ortega y que siempre ha habido distancia porque "el régimen no es coherente entre lo que dice y lo que practica”.
“Los pastores de la iglesia católica simplemente han señalado esa falta de coherencia, cumplimiento en cuanto a los derechos humanos, frente a los derechos constitucionales nicaragüenses y, definitivamente, esa distancia que ha tomado la iglesia frente al régimen es el resultado que hoy están enfrentando sus pastores, sus obispos de la iglesia católica”, indicó.
Medios locales indicaron que, además, un grupo de misioneras de la orden Madre Teresa de Calcuta fueron expulsadas del país y que el gobierno cerró ocho emisoras radiales católicas, así como también cancelaron la programación de la televisión por suscripción de tres canales católicos.
Si bien el papa no se ha pronunciado sobre la situación hasta el momento, el observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), el monseñor Juan Antonio Cruz Serrano, expresó en una sesión extraordinaria que manifestaron su preocupación al respecto.
“La Santa Sede no puede dejar de manifestar su preocupación al respecto, mientras asegura su deseo de colaborar siempre con quienes apuestan por el diálogo, como instrumento indispensable de la democracia y garante de una civilización más humana y fraterna”, indicó Cruz Serrano según Vatican News.
Con 27 votos a favor, un voto en contra, cuatro abstenciones y dos países ausentes, el Consejo Permanente de la OEA aprobó la resolución "La Situación en Nicaragua", informó el organismo en su cuenta de Twitter. Luego de esta votación, el embajador de Ecuador, Manuel Montalvo Samaniego, expresó a los estados miembros en su intervención que “no se puede permanecer en silencio ni en indolencia”, y tampoco “normalizar” lo que se vive en Nicaragua y llamó a denunciar la crisis política del país.
Por su parte, el representante interino de Estados Unidos, Bradley A. Freden, señaló que el gobierno de Ortega “en vez de liberar a presos políticos” sigue hostigando a sus ciudadanos; y condenó las sentencias contra los presos políticos, incluyendo la de dos sacerdotes nicaragüenses.