Doble vara. Los jueces del Tribunal Oral 2 rechazaron las recusaciones porque consideraron fuera de tiempo que recién ahora las defensas se dieran cuenta que el fiscal y el presidente del tribunal eran amigos. Ahora ya no se puede recusar, se venció el plazo. Deberían haberlo averiguado antes. Pero no consideraron fuera de tiempo la incorporación como prueba, el último día del juicio, de una pericia sobre el celular de José López, pese a que eso impidió que las defensas controlen la prueba y que se pudiera discutir en el juicio.
Son chats que, por otra parte, sólo agregan show y ninguna evidencia. Por ejemplo, dejan en claro que López --el que tiró los bolsos con nueve millones de dólares en el convento-- no tenía casi trato con Cristina Kirchner: le tuvo que mandar “feliz cumpleaños” a CFK mediante un mensaje a su secretario.
En éstos y otros argumentos se van a basar las defensas de los imputados en el juicio de la obra pública de Santa Cruz para apelar esta semana el rechazo de las recusaciones. No la tendrán fácil: en la Cámara de Casación los esperan Gustavo Hornos y Mariano Borinsky, visitantes de Olivos y la Casa Rosada, para jugar al paddle y otros menesteres. Por supuesto que también Hornos y Borinsky serán recusados.
Las recusaciones, ¿extemporáneas?
Como se sabe el TOF 2 rechazó las recusaciones a las 23.30 del viernes con varios argumentos, el principal es que fueron extemporáneas. Sostuvieron que la página de Facebook del equipo de fútbol, Liverpool, es pública, de manera que las defensas debieron averiguar la relación entre el fiscal Diego Luciani y el presidente del Tribunal, Rodrigo Giménez Uriburu, antes de empezar el juicio.
Además, los magistrados dijeron que jugar juntos en el mismo equipo no constituye amistad íntima, que tampoco es obstáculo que sean amigos un fiscal y un juez y que jugar en la quinta de Mauricio Macri no implica tener relación con el expresidente. Nada dijeron de cómo se siente un imputado si sabe que quien lo está acusando -el fiscal- es amigo del juez: la lógica es que no espere mucha imparcialidad. Menos todavía si sabe que juez y fiscal van a la casa de uno de los más interesados en una condena: el jefe de la oposición.
El VAR del TOF 2 no tuvo el mismo criterio de considerar extemporánea la inclusión, el último día del juicio, de una prueba de otro expediente: la pericia sobre uno de los celulares de José López. Los magistrados aceptaron que los fiscales usen el contenido del Iphone de López el 31 de mayo de 2022, o sea tres años después de haber empezado el juicio, en la última audiencia.
Lo habitual es que las pruebas se presenten al principio para que en el juicio puedan ser debatidas. Por lo tanto, todas las defensas se opusieron, entre otras cosas porque la pericia al celular de López no tuvo el control de ningún perito de parte del juicio de Vialidad. O sea, perfectamente se podía traer una prueba de otro juicio, pero debía hacerse al principio, reproducirse la pericia y con participación de peritos de parte. En este caso, además, la pericia fue hecha por la Policía de la Ciudad que trabaja para el Ministerio Público de CABA, cuyo titular es Juan Bautista Mahiques, integrante de la llamada mesa judicial, y hermano del fiscal Ignacio Mahiques, que fue el acusador en el expediente de las rutas de Santa Cruz.
El TOF 2 rechazó todas las impugnaciones y ni remotamente admitió el argumento de que la incorporación de la prueba del celular era extemporánea. Pero no tuvo problema en usar ese mismo argumento para rechazar las recusaciones desconociendo que la publicación de las fotos por Página/12 mostraron un detrás de la escena desconocido. No es casual, que esas fotos no hayan estado nunca en el Facebook de Liverpool.
El celular que no dice nada
El nuevo “tesoro” de los fiscales Luciani y Sergio Mola intenta ser usado de manera espectacular en la búsqueda de efecto mediático. Si se mira en detalle, no agrega nada y esa es la razón por la que no metieron la prueba desde el principio. Como todas las demás evidencias presentadas por los fiscales, se hubieran caído en las audiencias, que --como viene señalando Página/12 desde hace tres años-- significaron una derrota tras otra.
Por lo que se sabe hasta ahora --y según consignó el diario La Nación-- en el celular de López se encontraron gran cantidad de mensajes entre el funcionario --secretario de Obras Públicas-- y los secretarios de CFK, Fabián Gutiérrez, Mariano Cabral y Diego Bermúdez. Además, se consignan numerosas reuniones. Pero ninguno agrega nada sustantivo al juicio.
- Que la Presidenta de la Nación se junte con los funcionarios de su gobierno, en este caso el secretario de Obras Públicas, es una actividad normal.
- No hay ningún mensaje directo de CFK hacia López. Los testigos de la época sostienen que el trato de la mandataria con el secretario, pero también con los demás funcionarios de Infraestructura, era más bien lejano.
- No hay ningún chat en el que aparezca alguna vinculación de la expresidenta o sus secretarios con licitaciones, precios o el pago de certificados.
- En los dos chats referidos a pagos de certificados -apenas uno en 2014 y otro en 2015, o sea uno por año-, es López el que se refiere a la necesidad de hacerle pagos atrasados a Báez. No interviene CFK.
- Los exfuncionarios y cualquier funcionario actual o anterior saben que los teléfonos estallan con llamadas de empresarios pidiendo que les paguen compromisos atrasados del Estado. Y no sólo empresarios, sino intendentes y gobernadores que ven que las obras en su distrito se están atrasando.
- Que Báez estuviera reclamando pagos demuestra que sufría, un poco más o un poco menos, lo que sufrían otros empresarios.
- El trato de López y Cristina era tan lejano que el secretario no tenía contacto directo con quien fuera presidenta: le tuvo que mandar feliz cumpleaños a través de un secretario.
El camino conocido
El juicio continuará este martes y al mismo tiempo se presentarán los recursos, primero ante el propio TOF 2. Es obvio que los magistrados rechazarán el recurso aduciendo que no es una sentencia definitiva, de manera que las defensas tendrán que ir en queja a la Cámara de Casación, donde los esperan Borinsky y Hornos, partenaires de Mauricio Macri en Olivos y Casa Rosada. La Corte Suprema ya los confirmó en ese puesto aduciendo que no se sabe qué hablaron con el expresidente. En realidad, lo que se cuestionaba no era lo que habían hablado o dejado de hablar, sino el temor a la pérdida de imparcialidad. Todo indica que las defensas volverán a recusar a Hornos y Borinsky por el mismo motivo.
Como ocurrió en Brasil o en Ecuador o en Bolivia la utilización de la justicia para la política seguirá adelante. El paquete está atado. Como en tres años no consiguieron una sola prueba durante el juicio, utilizarán la figura de la asociación ilícita --tal como adelantó Mario Wainfeld este domingo en Página/12-- como delito típico al que se recurre para perseguir y, sobre todo, ante la inexistencia de alguna llamada, alguna orden, alguna firma que incrimine a CFK .
El próximo momento de gloria de Luciani-Mola será cuando pidan penas de prisión para todos --obviamente incluyendo a Cristina Kirchner-- con base en la asociación ilícita y la defraudación al Estado. Habrá cadena nacional. Las 30 audiencias posteriores, donde las defensas refutarán las acusaciones, como lo hicieron estos tres años, serán sofocados con un Cono de Silencio, como diría el Superagente 86.