La campaña electoral en Brasil comienza formalmente este martes con once candidatos presidenciales en carrera. El 2 de octubre, más de 156 millones de brasileños están habilitados para votar al nuevo presidente y vicepresidente, renovar un tercio del Senado (81 bancas), la totalidad de la Cámara de Diputados (513 lugares) y los gobernadores de los 27 estados. Se inscribieron de manera voluntaria para votar 2,1 millones de jóvenes de 16 y 17 años (el doble que en las elecciones de 2018) y hay 700 mil brasileños habilitados para sufragar desde el exterior.

Este lunes venció el plazo para inscribir las candidaturas ante el Tribunal Superior Electoral. Si bien se inscribieron 12 candidatos, competirán 11, ya que uno -Pablo Marçal- se bajó a último momento.  Hay cuatro mujeres que compiten en esta elección por el máximo cargo político del país. 

Los principales candidatos son el actual presidente Jair Bolsonaro, por el Partido Liberal, que irá acompañado por Walter Braga Netto, y el expresidente de izquierda Lula da Silva (Partido de los Trabajadores) que tiene como candidato a vice a Geraldo Alckmin.

Del total de candidatos, cinco representan posturas ideológicas de centroizquierda o izquierda: Lula; Ciro Gomes (Partido Democrático Trabalhista); Léo Péricles (Unidad Popular); Sofía Manzano (Partido Comunista), y Vera, del Partido Socialistas de los Trabajadores Unificado.

La centroderecha y derecha están representadas por Bolsonaro; Felipe D’Avila del Partido Nuevo; Roberto Jefferson, del Partido Trabalhista Brasileiro, Soraya Thronicke de Unión Brasil y Constituinte Eymael, de la Democracia Cristiana. Simone Tebet representa al Movimiento Deomocrático Brasileño que se presenta como de centro.

Dos candidatos retiraron sus postulaciones en el correr de este mes para apoyar a Lula. Uno fue el empresario Pablo Marçal, del Partido Republicano del Orden Social, vinculado a la centroizquierda. A comienzos de agosto, André Janones, del centroderechista Avante, también anunció el retiro de su candidatura para apoyar al expresidente.

Desde la derecha, uno de los candidatos que está en una situación compleja es Jefferson. Se presenta en estas elecciones para “acompañar” a Bolsonaro y para “combatir el abstencionismo” y llenar “algunos vacíos” como otra opción para el “electorado de derecha”.

Jefferson está en prisión domiciliaria acusado de liderar una "milicia digital" contra los poderes públicos y de amenazar a los magistrados de la Corte Suprema, corre el riesgo de que su candidatura no sea aprobada por la Justicia.

En tanto, Tebet busca posicionarse como una “tercera vía” de centro. Dijo que Brasil enfrenta una "polarización ideológica" y aseguró que "solo el centro democrático, tiene legitimidad para pacificar a Brasil, para unir a Brasil, para que Brasil vuelva a tener seguridad y estabilidad y con eso vuelva a crecer, generar empleo".

Pero la campaña estará enfocada en lo que hagan Lula y Bolsonaro. El líder de la izquierda se posiciona como un candidato que representa certeza y que busca volver al Brasil que lideró cuando gobernó el país entre 2003 y 2011. En tanto, Bolsonaro centra su discurso en criticar a la izquierda, poner en duda la legitimidad del proceso electoral y la difusión de desinformación.

Qué dicen las encuestas

Las encuestas, previo al inicio formal de la campaña, marcan una ventaja sostenida de Lula sobre Bolsonaro. Una encuesta del Instituto FSB divulgada este lunes muestra a Lula liderando la intención de voto con el 45% y lo sigue el actual presidente, Jair Bolsonaro (Partido Liberal), con 34%.

Esta diferencia de 11 puntos porcentuales refleja una recuperación de Lula, ya que el sondeo de hace una semana había mostrado una brecha de siete puntos entre ambos candidatos, la menor distancia desde que se inició esta serie semanal, en marzo de este año.

En relación a la encuesta del 8 de agosto, Lula subió cuatro puntos (de 41% a 45%), mientras que Bolsonaro se mantiene en 34%. En la simulación de segunda vuelta, que sería el 30 de octubre si ningún candidato alcanza el 50% de los votos, Lula vencería a Bolsonaro por 53% a 38%, una distancia también mayor que la medición del 8 de agosto (51% a 39%).

A comienzos de agosto, una encuesta de PoderData ubicó a Lula con un 43% de intención de voto seguido por Bolsonaro con un 35%. En tercer lugar, aparecía Gomes con un 7% y Tebet con un 4%. 

La última encuesta de Quaest también muestra a Lula con un 44% y a Bolsonaro con un 32%.

A fines de julio, Datafolha mostró al expresidente de izquierda con un 47% de intención de voto y al actual mandatario con un 29%.