El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, le dijo al flamante presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, que defenderá "la transparencia en el proceso electoral" de cara a los comicios del 2 de octubre.
La semana pasada, Moraes se reunió con Bolsonaro en Planalto, sede de la Presidencia, y lo invitó oficialmente a la ceremonia de posesión de su cargo, pero no dijo nada de lo que habló con el mandatario.
Este martes, previo al acto de investidura, Bolsonaro fue consultado sobre el encuentro y dijo que defendió la transparencia del proceso electoral. "Hablé la semana pasada con el ministro Alexandre de Moraes. La conversación duró una hora y fue una conversación buena y tranquila. Le dije que defendemos la transparencia en el proceso electoral", comentó el mandatario a CNN Brasil.
Las relaciones entre ambos no son las mejores desde que Moraes, que hasta hoy fue juez de la Corte, lo mandó a investigar hace exactamente un año en un caso sobre la divulgación de noticias falsas y ataques a la democracia al poner en duda el funcionamiento de las máquinas de votación electrónica y el sistema electoral.
Como respuesta, Bolsonaro pidió al Senado abrir un proceso de destitución en su contra por abuso de poder e inició una campaña de desprestigio que tuvo su punto más álgido durante un discurso a principios de setiembre en avenida Paulista de San Pablo.
"Cualquier decisión de Alexandre de Moraes, este presidente no la cumplirá más. La paciencia se agotó", amenazó el mandatario ante seguidores, algunos de los cuales pedían prisión para los jueces del TSE.
En una reunión con embajadores el mes pasado, el mandatario dijo que Moraes y sus antecesores en el TSE, Roberto Barroso y Edson Fachin, buscaban la "inestabilidad" al no aceptar las sugerencias de los militares para la elección. También en julio, al lanzar su candidatura a la reelección, Bolsonaro llamó a los jueces "sordos de capa negra", en referencia a la toga que visten los magistrados.
La tensión entre Moraes y Bolsonaro llevó al ministro a descartar la idea de entregar personalmente la invitación de toma de posesión al presidente. Los emisarios del gobierno, como los ministros Ciro Nogueira (Casa Civil), Paulo Guedes (Economía) y Fabio Faria (Comunicaciones), sin embargo, salieron al interceder y dijeron que a Bolsonaro le gustaría ir a la ceremonia, como muestra de respeto por las elecciones.
En una conversación de 50 minutos, tanto Bolsonaro como Moraes intentaron apaciguar los ánimos. El ambiente de la reunión habría sido agradable y el presidente entregó al ministro una camiseta del Corinthians, con la promesa de asistir a la ceremonia.