Volcadas espectaculares, tiros encestados desde distancias inverosímiles, destrezas inimaginables con una pelota de básquetbol, humor y magia en dosis similares: el Luna Park se apresta a vivir dos funciones inolvidables ante una nueva presencia de los Harlem Globetrotters, el icónico equipo que deleita a chicos y grandes con un show que conjuga deporte y espectáculo de manera simbiótica.
En el marco de su gira mundial Spread Game Tour -un homenaje a Curly Neal, un emblemático integrante del equipo durante 22 años y que falleció en 2020-, los Globetrotters harán una doble escala en Buenos Aires, con dos shows previstos para este sábado 20 en el Luna Park, después de presentarse en Colombia y Uruguay y antes de continuar en Chile. Como en cada uno de las casi 400 funciones anuales, los legendarios atletas prometen una catarata de volcadas que revientan los aros, un increíble manejo del balón que desafía las leyes de la gravedad y una interacción inigualable con los espectadores, que se sentirán protagonistas de la acción que se desarrollará sobre el parquet del mítico escenario de Corrientes y Bouchard.
Uno de los jugadores actuales más emblemáticos del equipo que se fundó en 1926 y desde entonces que ya se presentó ante casi 150 millones de fanáticos en 123 países es Corey Thunder Law, un showman capaz de lograr la volcada más espectacular que uno se pueda imaginar como de encestar tiros de espaldas o a una mano de un lado al otro de la cancha. Antes de presentarse por segunda vez en Argentina, Law le contó a Página/12 el significado que tiene para él ser parte de la legendaria formación de la que llegó a ser parte hasta Wilt Chamberlain.
“Ser integrante de los Harlem Globetrotters es un sueño hecho realidad. Para mí significa como vivir un sueño doble, ya que se combina jugar al básquetbol y ganar dinero haciendo lo que amo con la posibilidad de dejar una huella en la vida de muchas personas, sobre todo niños, en diferentes partes del mundo", asegura Thunder, dueño de nueve récords mundiales Guinness, entre ellos el de mayor cantidad de volcadas en alley oop en un minuto o del lanzamiento de espaldas más lejano anotado, desde más de 25 metros.
Admirador de Lionel Messi ("el futbolista más deslumbrante que haya visto") y de Emanuel Ginóbili ("uno de los jugadores extranjeros que más impacto tuvo en la NBA y que marcó una época junto a Tim Duncan, Tony Parker y Gregg Popovich"), Thunder, que jugó en la Universidad de High Point en Carolina del Norte antes de ser reclutado por los ojeadores de los Globetrotters, se sigue considerando un basquetbolista, más allá de que ya es todo un showman e incluso ha tomado clases de actuación para mejorar su interacción con el público. "Siempre seré un jugador de básquet y tengo una rutina de jugador: entreno duro para dar lo mejor en cada noche como lo hace un jugador en su equipo".
Pero no sólo eso, la presión de hacer la mejor volcada o anotar el tiro más inverosímil en cada presentación lo obliga a un entrenamiento especial. "Se necesita mucha práctica y dedicación para hacer estos increíbles trucos que mis compañeros y yo hacemos constantemente. Todos nos enorgullecemos de lo que hacemos y queremos ser los mejores del mundo, así que nos esforzamos muchísimo", cuenta Law, que igualmente relata una infidencia sobre un truco especial cuando las maniobras no salen tal como estaban pautadas: "Nunca me preocupo de que las cosas puedan salir mal. Dedico muchas horas de práctica, por lo que siempre estoy confiado y preparado. Pero si algo sale mal, nunca lo vas a saber porque hay un plan B para todo".
Sus tiros de larga distancia son una marca registrada. Por eso, se toma con humor una pregunta capciosa:
- Si hay un concurso de triples, ¿Quién gana? ¿Steph Curry o Thunder Law?
- (risas) Si es un concurso común, Curry. Es uno de los mejores tiradores de la historia de la NBA y logró cosas increíbles. Pero si es de distancias no convencionales, me tengo mucha confianza...
Extrovertido y muy simpático, Law asegura que buscará mejorar su español durante la etapa sudamericana de la gira, a la vez que no duda en vender su actuación como un evento imperdible: "Es un show de entretenimiento para toda la familia. No importa si tenés 9 o 90 años ni tampoco si te gusta o no el básquet. Es un show que no te lo vas a olvidar y te garantizo que vas volver".