El expresidente brasileño y favorito para ganar las elecciones del 2 de octubre, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó este miércoles el uso de la religión para hacer política y negó que vaya a tener un discurso dirigido a los votantes evangélicos, un grupo en el que el presidente Jair Bolsonaro lidera en los sondeos de opinión pública, porque no pretende hacer una "guerra santa" en el país.

En entrevista con Rádio Super de Minas Gerais, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) también volvió a condenar la difusión de información falsa en su contra por parte de la campaña bolsonarista, que afirma que Lula cerrará las iglesias si gana.

"No soy el candidato de una facción religiosa, soy el candidato del pueblo brasileño. Quiero tratar por igual a los evangélicos como a los católicos, a los musulmanes, judíos... es decir, quiero tratar de la misma forma a todas las religiones, incluidas las africanas. Quiero tratar a todas las religiones basándome en el respeto con el que deben ser tratadas. No quiero que haya una guerra santa en este país", dijo Lula.

Asimismo, señaló que las religiones existen "para cuidar la fe y la espiritualidad de las personas" y no para hacer política. "No hago campaña religiosa, hago campaña política respetando la religión, y no uso el nombre de Dios en vano, como lo usan algunas personas por ahí", agregó.

Este martes, durante el discurso en San Bernardo do Campo que marcó el inicio oficial de la campaña electoral, Lula refutó las falsas afirmaciones de que cerrará Iglesias si es presidente y acusó a Bolsonaro de intentar manipular a la gente.

Bolsonaro, que como Lula es católico, ha asistido cada vez más a eventos evangélicos en varias partes del país. Incluso, su esposa Michelle Bolsonaro, ferviente evangelista, adoptó un tono mesiánico al asegurar en un reciente discurso que la campaña electoral de su marido "es un milagro de Dios", porque "atentan contra él los que predican el amor y la paz, pero Dios es más grande y se hará la justicia del señor", dijo.

Este martes, el primer día de campaña, lo religioso estuvo en los discursos de Bolsonaro y Lula. El presidente sugirió que si pierde la elección ya no se podrá hablar de Dios; mientras que Lula sostuvo que Bolsonaro está "poseído por el diablo".

Una encuesta realizada por la consultora Genial Quaest difundida este miércoles mostró a Bolsonaro por delante de Lula entre los evangélicos, 52% a 28%. En la primera consulta, realizada el 22 de marzo, el actual mandatario tenía el 35% y el expresidente, el 34%.

Estrategia digital del PT

El diputado federal André Janones, que retiró su candidatura a la presidencia por Avante para apoyar a Lula, lanzó una nueva estrategia para tratar de llamar la atención del segmento religioso del electorado. La tarea fue asignada al parlamentario, quien es evangélico y tiene una importante presencia en las redes sociales.

Janones lanzó un lema a favor del PT, y pide a sus seguidores que hagan "llegar la imagen a los cuatro rincones del país, por todas las redes". La publicación muestra una foto del presidente Bolsonaro en la oscuridad y otra de Lula, iluminado y sonriente. La foto va acompañada de las palabras: "Bolsonaro usa a Dios. ¡Dios usa a Lula!".

El voto evangélico es un botín muy preciado en la política brasileña. En abril, Lula definió al aborto como un "derecho para todo el mundo", pero su comando de campaña movió rápido para bajarle perfil a esa postura. Tras esas declaraciones, viralizadas rápidamente por unas milicias bolsonaristas siempre dispuestas a fidelizar a su base conservadora, Lula no ha vuelto a mencionar el tema en sus actos de campaña.