Desde Santiago
A tres semanas del plebiscito que ratificará (o rechazará) la Constitución que reemplazará a la de 1980 perpetrada por la dictadura de Augusto Pinochet, el ambiente en Chile está denso, polarizado, incierto.
En algunas de las avenidas importantes de la ciudad —por ejemplo, en Providencia— un centenar de “voluntarios” flamean sin mucho entusiasmo, banderas del “Rechazo”, a diez minutos en La Moneda se reparten ejemplares gratuitos del texto constitucional que se deberá votar. Si hace unas semanas el mismísimo presidente Gabriel Boric las autografiaba a pedido de la gente, lo que lo hizo ser acusado por la derecha de intervencionismo, ahora hay más cuidado de las formas.
Al mismo tiempo, este fin de semana largo en Chile, se han hecho multitudinarios eventos a favor del “Apruebo” como el registrado en la santiaguina comuna de Puente Alto con 5 mil personas, siendo que las encuestas le dan el triunfo a la opción contraria. Una situación contradictoria pero a la que la ciudadanía chilena ya está acostumbrada desde el plebiscito de 1988 para sacar a Pinochet. Esta vez no es la excepción y los medios masivos (históricamente concentrados en la derecha económica), sondeos y líderes de opinión aseguran que ganará el Rechazo. Aunque con un pequeño detalle: el tema es proponer una nueva constitución de todas maneras.
La batalla televisiva
Esa incertidumbre se refleja también en la Franja Televisiva, estrenada hace un par de semanas donde diversos colectivos intentan convencer a un electorado que, por más estudios de audiencias y agencias de publicidad disponibles, poco se conoce. Por el Apruebo destacan voces como la de la Plataforma Política Mapuche que en los pocos segundos disponibles para transmitir su mensaje, destacan que, de aprobarse la nueva carta magna, el agua pasaría a ser un bien común en lugar de estar en manos de privados como sucede actualmente, provocando sequía y serios problemas medioambientales. Apruebo Dignidad —coalición gobernante— en su espacio ha aprovechado de educar en torno a los cambios sociales en cuanto a la paridad y la vida libre sin violencia de género, participando la popular actriz Paola Volpato quien ha sido de los pocos rostros televisivos que ha dado la cara explícitamente por esta opción.
Por el lado del “Rechazo”, claramente con piezas de mayor presupuesto, la estrategia es claramente generar temor a partir de la devaluación de lo anterior, enfocándose en el individualismo y sugiriendo que, de cambiar la Constitución, Chile entraría en una fase de incertidumbre económicamente. Curiosamente no hay rostros de políticos de derecha, sino que se ha optado por agrupaciones como “Amarillos por Chile”. Liderada por el poeta y presentador televisivo Cristian Warnken, la agrupación, supuestamente independiente, utiliza un color de connotación “neutra” en el mejor de los casos, pero que en el contexto de las protestas se asocia a aquellos que no se atreven a salir a las calle. También se ha elegido el lema, contradictorio de “rechazar con amor” en explícita referencia al hashtag que estuvo circulando durante estos meses de #AprueboConAmor.
Boric al límite
Aunque el mandato de la Contraloría de la República prohíbe que el gobierno se manifieste por una opción, se ha activado una estrategia de salir a la calle a “educar” en torno a la Nueva Constitución. Algo que tiene mucho sentido considerando las insólitas fake news y desinformaciones que han ido surgiendo, que abarcan desde el cambio de bandera hasta la expropiación de los hogares.
Esto ha sido una oportunidad para el gobierno progresista de Boric de intentar revertir las encuestas. Pero en la “interna” política se han logrado acuerdos con la izquierda —en especial el Partido Socialista que originalmente no formaba parte de la coalición gobernante compuesta por el Frente Amplio y el Partido Comunista— para modificar de inmediato en el congreso ciertos puntos que parecen confusos del nuevo texto constitucional como el sistema de justicia.
Este jueves el presidente inicia una gira en tren por localidades del centro-sur con el objetivo, en el papel de potenciar su idea de recuperar el desarrollo ferroviario. Aunque es altamente probable que se convierta en un espacio para conversar sobre la Constitución evitando verbalizar el apoyo al “Apruebo”. Para darle más suspenso al asunto esta mañana el presidente se ausentó de La Moneda y se cambió el trazado original de esta gira por regiones como O`Higgins, el Maule y Ñuble.
Todo esto, mientras el gobierno se está abriendo —luego de meses de negarlo— a la posibilidad de generar un nuevo proceso Constituyente si gana el “Rechazo”. Porque entre tanta inestabilidad hay algo claro en prácticamente todo el espectro político: la Constitución de Pinochet ya se da por muerta.