LeBron James, la superestrella de Los Angeles Lakers, acordó este miércoles una extensión de su contrato con la franquicia hasta la temporada 2024-2025, que concluiría con 40 años, a cambio de más de 97 millones de dólares.
La extensión convertirá a James en el jugador con mayores ingresos en la historia de la NBA, con $532 millones en ganancias a lo largo de su carrera, eclipsando a la estrella de los Brooklyn Nets, Kevin Durant.
El acuerdo, además, pone fin a las especulaciones que presagiaban un cambio de rumbo para el jugador, cuatro veces campeón de la NBA y 18 veces All-Star, que ingresaba al último año de su contrato con el equipo angelino.
El alero llegó a los Lakers como agente libre en 2018 y desde entonces promedia 27 puntos, 8,2 asistencias y 8 rebotes por partido con el uniforme oro y púrpura. En 2020, consiguió coronarse campeón con la franquicia.
Anteriormente, jugó con los Cleveland Cavaliers (2003-2010 y 2014-2018), donde ganó el título en 2016, y con Miami Heat (2010-2014), donde alcanzó otros dos anillos en 2012 y 2013.
Más allá del dinero recibido y de su confianza en el proyecto de los Lakers, James tiene un importante motivo personal por el cual decidió extender su vínculo contractual: antes de retirarse quiere compartir equipo con su hijo Bronny, quien será elegible para jugar en la NBA en 2024.
En una época de grandes turbulencias, los Lakers se han asegurado así la continuidad de James y del pívot Anthony Davis, la otra figura del equipo, al menos por los dos próximos años.
La emblemática franquicia debe remontar vuelo en la temporada que arrancará el 18 de octubre ante los vigentes campeones, Golden State Warriors. En la última edición, aunque "King James" tuvo una de las mejores actuaciones a nivel individual de su carrera, con 30,3 puntos de media, los Lakers quedaron fuera de los puestos de repechaje a playoffs, con un balance de 33 victorias y 49 derrotas.
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