Aunque todavía es difícil aventurar una cifra definitiva, los datos conocidos hasta el momento y algunas proyecciones oficiales permiten estimar que cerca del 30 por ciento de los clientes residenciales de los servicios de luz y gas perderán el total de los subsidios luego de las tres correcciones sucesivas de las tarifas, previstas para los meses de septiembre, noviembre y enero próximos, siempre a partir del día 1 de cada mes.
Este resultado, que difiere de la estimación inicial de las autoridades que indicaban que sólo el 10% de los usuarios, los de hogares de mayores ingresos, perdería la totalidad de los subsidios, es lo que elevó sensiblemente la cifra estimada de ahorro fiscal anualizada, que ahora para el ejercicio 2023 se eleva a unos 455 mil millones de pesos en los servicios de luz y gas. La reducción de subsidios en la tarifa de Aysa sumará 45.000 millones de pesos, por lo que el total redondea el medio billón de pesos (0,4 puntos del PBI).
Aumentos y segmentación
El decreto 332/22 de segmentación tarifaria distinguía tres niveles de usuarios. Con el nivel 1 identificó a los hogares de mayores ingresos, definiendo como tales a aquéllos donde la suma de las retribuciones de sus integrantes superara el valor de 3,5 canastas básicas familiares totales. El nivel 2 corresponde a los hogares con ingresos netos menores a un valor equivalente a una Canasta Básica Total (CBT) para un hogar 2 según el INDEC, y el nivel 3 a la población u hogares de ingresos medios, entre ambos umbrales mencionados y que, además, no cuenten con manifestaciones de riqueza como la titularidad de tres o más inmuebles, tres o más automóviles de menos de cinco años, aeronaves o embarcaciones de lujo.
Sólo para los hogares de nivel 1 estaba previsto que perdieran el total de los subsidios, y se estimaba que ese universo podría representar el 10% de los hogares. Pero de acuerdo a la información que se brindó este martes, en la conferencia de prensa que encabezó la secretaria de Energía, Flavia Royón, la cantidad de titulares de hogares no inscriptos para seguir recibiendo el subsidio asciende a aproximadamente 4,5 millones para energía eléctrica y 3,5 millones en el servicio de gas.
Se estima que, dentro del universo total de hogares que reciben esos servicios, ese total (más los que se inscribieron pero por ingresos pertenecen al nivel 1) representa más del 35 por ciento del total de clientes domiciliarios. En principio, todos ellos dejarían de contar con el subsidio. Pero la secretaria de Energía indicó que "se va a trabajar para recuperar la inscripción de algunos de ellos que, calculamos, podrían pertenecer a familias de barrios populares que no tuvieron acceso a internet para inscribirse". Pero aun incluyendo esa corrección, es casi seguro que el 30 por ciento de clientes residenciales de luz y gas se mantendrá en el nivel 1, perdiendo el total de los subsidios.
En la misma condición se encuentran comercios, industrias y otros clientes no residenciales (salvo algunas excepciones para entidades con fines públicos, como bibliotecas, clubes o sociedades de fomento), que serán asimilados al tratamiento tarifario de los clientes residenciales de Nivel 1, perdiendo la totalidad del subsidio.
Sectores de ingresos medios
Pero además, el anuncio de este martes introdujo otras novedades con respecto a la quita de subsidios en relación a los anuncios previos. Según lo que establecía en junio de este año el decreto 332 mencionado, "los usuarios y las usuarias residenciales de los servicios públicos de energía eléctrica y gas natural por red que integran los Niveles 2 y 3 no tendrán un nuevo incremento en las facturas para el año 2022". Dado que, se daba por resuelto, no tendrían recortes en los subsidios.
Sin embargo, las condiciones informadas en la conferencia de prensa señalan que los clientes del servicio de gas domiciliario de nivel 3 mantendran subsidiado solamente "el 70% del consumo promedio" de la categoría y la subzona en la que habiten. Por encima de ese umbral de consumo, pagarán la tarifa plena sin subsidio. Los primeros dos aumentos por quita de subsidios recaen en las facturas por el consumo de septiembre y de noviembre. Es decir, habrá dos incrementos más en el año para los hogares de ingresos medios alcanzados.
En el caso de los usuarios del servicio eléctrico del nivel 3, el umbral de consumo subsidiado se fijó en 400 kwh por mes por hogar, nivel que se eleva a 550 kwh para las localidades que no cuenten con gas natural por redes. Por encima de ese nivel de demanda, pagarán tarifa plena sin subsidios. El calendario para la quita de subsidios y ajuste de la tarifa es similar a la prevista para los usuarios de gas natural: septiembre y noviembre de este año, y el tercer paso en la factura con el consumo de enero de 2023.