El Banco Central compró este miércoles 80 millones de dólares en el mercado de cambios. Se trata de la compra diaria más elevada desde junio y genera algo de aire para las reservas internacionales. En las últimas semanas, no obstante, se llegaron a vender más de 1000 millones de dólares, en un contexto de fuerte incertidumbre. La cotización del blue subió 1 peso, a 292, y el contado con liquidación registró un avance de 2,2 por ciento para finalizar en 284 pesos.
El aumento fuerte de la tasa de interés en moneda local, que se incrementó 18 puntos en menos de un mes, es uno de los elementos que reduce presiones para el mercado de cambio oficial y las reservas. El nivel de divisas en el Banco Central sin embargo sigue en niveles escasos y mantienen un clima de tensión.
El rebote de los bonos soberanos registrado a comienzos de esta semana no pudo sostenerse este miércoles y el riesgo país volvió a aumentar. El índice del JP Morgan se elevó 2,2 por ciento hasta los 2422 puntos y hubo títulos que perdieron más del 5 por ciento. En el año acumulan bajas de casi 35 por ciento y muchos bonos soberanos cotizan entre 20 y 25 por ciento de su paridad, lo que se asocia con tasas que se ubican entre las más elevadas del mundo.
Especulaciones bursátiles
Con este panorama en el mercado se preguntan si los cambios de la política económica implementados con la llegada de Sergio Massa al Palacio de Hacienda son suficientes para evitar la corrección del tipo de cambio oficial. Es decir, si la suba de la tasa de interés, el anuncio de consolidación fiscal centrado en la quita de subsidios y la posibilidad de incentivos a sectores exportadores alcanza."Lo mejor que puede esperarle a esta economía es una recesión acotada y una nominalidad elevada pero no explosiva”, consideran en Portfolio Personal.
El informe de la agencia de bolsa plantea que “los desafíos macro son acuciantes, con una espiralización de la nominalidad que posará sobre el ministro como una espada de Damocles mientras esté al mando”. A partir de este razonamiento se precisó que Massa priorizó el ordenamiento fiscal como eje principal de sus anuncios, con la promesa de no desviarse de la meta de déficit primario de 2,5 por ciento del PIB. Ante la ausencia de recortes adicionales (a la quita de subsidios), la señal subrepticia es que el ajuste lo hará la inflación.
La inflación, un desafío
La suba de los precios es uno de los principales desafíos para los próximos meses, con un récord mensual de más del 7 por ciento en julio y una cifra muy elevada que se espera para agosto, que superaría el 6 por ciento. Las tasas de interés en pesos del 69,5 por ciento nominal anual ofrecen un rendimiento efectivo de 96 por ciento y adelantan que este año la inflación podría estar en esos valores. Los analistas que presentan sus proyecciones en el relevamiento de expectativas del Banco Central la ubican por arriba del 90 por ciento para diciembre.
En el plano internacional la inflación, si bien se moderó en Estados Unidos, sigue generando una fuerte incertidumbre en los países desarrollados. Por ejemplo Inglaterra registró nuevas presiones de precios, con una inflación que superó el 10 por ciento, siendo la cifra más elevada en cuatro décadas, y que podría ir en aumento a medida que vuelvan a registrarse ajustes del combustible debido a la llegada de los meses de invierno.