Es el secreto más injustamente guardado de la literatura argentina: Así se presenta el #OperativoLibertad en el Centro Cultural Kirchner que busca este domingo, al cumplirse 100 años de su nacimiento, darle visibilidad y rendirle homenaje a una escritora argentina olvidada. A pesar de su talento, de su narrativa poética, única y original, y de su pasión por denunciar injusticias desde la época de la Conquista, y por darles voz a personajes marginados de la historia oficial, a los mestizos, a los oprimidos marrones, los negros, las mujeres, a las que fueron prostituidas y explotadas sexualmente, a las bastardas, pocos conocen (yo misma la acabo de descubrir) a la escritora Libertad Demitrópulos y a sus libros. ¿Por qué una de las grandes autoras del siglo XX, considerada por Ricardo Piglia como una de las mejores narradoras de la literatura argentina, que dejó en sus novelas una impronta feminista, quedó en el olvido?
Este domingo a partir de las 16 en el CCK con el #OperativoLibertad se empezará a correr ese velo –que la mantuvo oculta-- con lecturas performáticas, mesas de crítica y debate, la aparición de un fantasma en la Sala Eva, la presentación de un libro inédito, exposición documental, presencias sorpresa, un taller de lectura a cargo de Dolores Reyes y un cierre final con Camila Sosa Villada representando al personaje de María Muratore, heroína de Río de las Congojas, su mejor novela. Piglia la rescató del olvido en su colección del Recienvenido del Fondo de Cultura Económica. Ese libro junto con La mama coca, el último publicado, casi póstumo, son los únicos que en la actualidad se pueden conseguir.
“Si preguntamos a cualquiera cuáles son sus diez escritores o escritoras favoritas, incluso, no solo los que ha leído sino quienes están en su lista para leer a futuro, muy difícilmente aparezca Libertad Demitrópulos. Y esto es lo que mueve a que este domingo en el CCK hagamos lo que se llama caprichosamente #OperativoLibertad, como una pretensión casi guerrillera de que por fin se lea a esta escritora fundamental para pensar la literatura argentina, la historia, y cómo se ha escrito desde el feminismo en el siglo XX”, dice a Página/12 la periodista y escritora Liliana Viola, coordinadora del Proyecto Ballena, del CCK.
La solitaria
Hija de padre griego y madre criolla, Libertad Demitrópulos nació el 21 de agosto de 1922 en el departamento jujeño de Ledesma. Estudió en un colegio como pupila, de esos donde al alumnado lo obligaban a arrodillarse sobre maíz si pensaban que habían pecado. A los 18 años empezó a trabajar como maestra de escuelas en Jujuy hasta que en 1940 viajó a Buenos Aires para estudiar Letras. En Salta conoció en 1950 a otro gran poeta, Joaquín Gianuzzi, y formó con él una familia. Gianuzzi ya era un poeta muy reconocido. Y ella iniciaba el camino de la literatura también a través de la poesía, –su primera obra publicada, Muerte, animal y perfume, de 1951, es un poemario—, pero abandonó esa primera inclinación por la prosa narrativa, y no volvió a publicar poemas.
“Cuando se casaron, contaba ella, dijeron, vamos a repartir los trabajos: Vos quédate con la poesía y yo me voy a la narrativa, le propuso a su esposo como una suerte de división del trabajo doméstico. Creo que ella se llevó la poesía a la narrativa”, dice Viola. La anécdota la cuentan las dos hijas que tuvo el matrimonio, Leda y Marcela. Ambas van a estar en el CCK este domingo, acompañadas por los nietos de Demitrópulos y Gianuzzi. En una vitrina se expondrán objetos personales de la escritora y fotos aportadas por su familia (algunas de la cuales acompañan esta nota).
En 1978 se publicó una de las novelas más importantes de Demitrópulos, La flor de hierro y, tres años más tarde, Río de las congojas, considerada su mejor libro. Con el tiempo se hizo fervorosa militante peronista y llegó a escribir una biografía de Eva Perón a quien conoció trabajando en el hogar escuela que llevaba su nombre. “No faltó a ninguna misa después de la muerte de Eva, pero decía: No puedo ser real militante peronista porque no puedo correr”, se refería a las corridas que tenían que hacer en la prescripción del peronismo. Y Gianuzzi se burlaba, en broma, y decía: “Para Libertad la militancia se mide en cuestión de velocidad”, dice Viola.
A los 15 años, Demitrópulos sufrió fiebre amarilla y esta enfermedad le marcó el corazón al punto que la tuvieron que someter a ocho operaciones del corazón.
Entre 1995 y 1998, tuvo a su cargo una página del suplemento cultural del diario jujeño Pregón, “La ventana”, desde donde recomendaba eventos culturales, libros y sobre todo autoras, a partir de cuyas obras reflexionaba sobre las dificultades que atravesaron por ser mujeres; entre otras, según menciona Florencia Abbate en un texto especialmente elaborado para el evento del domingo en el CCK “escribe sobre Sor Juana Inés de la Cruz, Juana Manso, Juana Manuela Gorriti, Alfonsina Storni, Delmira Agustini, Alejandra Pizarnik, Victoria Ocampo, Safo, Emily Bronte, Virginia Woolf, Sylvia Plath, Wislawa Szymborska, menciona a Elba de Loizaga y Gloria Ghisalberti (dos olvidadas poetas argentinas, que se suicidaron) y analiza y elogia las obras de dos narradoras del Norte, Liliana Bellone (de Salta) y Carmela Ricotti (de Jujuy), revelando lo bien que conocía y cuánto se interesaba por una literatura regional que no era leída en Buenos Aires”. Un libro de la investigadora jujeña Herminia Terrón recupera esos artículos, llenos de apuntes de lecturas: un material desconocido casi por completo hasta hoy.
Abbate también cuenta que Demitrópulos presidió el Primer Encuentro Nacional de Escritoras Argentinas, que se hizo en la Casa de San Luis en Buenos Aires, en mayo de 1985, “años en que los feminismos vivían un momento de renacimiento en nuestro país, y años también en que algunas escritoras y críticas comenzaban a pensar el feminismo en la literatura y a cuestionar el lugar relegado de las mujeres en la tradición literaria”.
La escritoria solitaria
Fue siempre una escritora solitaria –tal vez por las afecciones que le producía su enfermedad del corazón-- y muy por fuera del circuito literario pero aun así muy reconocida por la crítica y mujeres de la Academia. Poco antes de su muerte, en 1997, recibió el Premio Boris Vian por Río de las congojas, un año después de la primera reedición de la novela. El jurado –integrado por Juan Jacobo Bajarlía, Eduardo Grüner, Liliana Heer, Noé Jitrik, Tununa Mercado, Tomás Eloy Martínez, María Moreno, Nicolás Rosa, Leónidas Lamborghini, Héctor Libertella, Hugo Padeletti y Laura Klein– subrayó que la novela premiada es modelo de una narrativa histórica que ha transformado los acontecimientos en hechos de escritura. Cuando la autora habló, en aquel evento, para agradecer el premio no puede pronunciar las palabras completas por la insuficiencia cardiaca que la afecta. Llegó a ironizar sobre los análisis que hicieron varios de los miembros del jurado sobre Río de las congojas y sobre su literatura. “Estos juicios los tomo con los debidos recaudos porque no se puede salir tan trabajosamente de las garras de la muerte para caer ligeramente en los brazos de la vanidad”, dijo. “Nunca rondé espacios del marketing ni frecuenté las pasarelas sociales ni las luces mediáticas. Soy una escritora solitaria”, agregó.
Murió en Buenos Aires el 19 de julio de 1998.
¿Por dónde empezar a leerla? –le preguntó este diario a Viola.
--Río de las congojas es una novela llave. Para entender y entrar en la obra de Liberad, hay que leer primero esta novela, que la escribe en 1981, en plena dictadura. Hace referencia al río Paraná, y sobre todo es una reconstrucción del relato de la conquista de América a través de lo que nunca hemos escuchado, la historia de los mestizos, de las mujeres, de las mujeres prostituidas, de las amantes de Garay, de las bastardas. Es una historia de la conquista que nunca nos han contado, que tal vez nunca ha existido, pero que Libertad Demitrópulos consigue narrar con una eficacia y una poética increíble. Una vez que uno entra en Río de las congojas va a querer leer Los comensales (1967), la primera novela que escribe, donde retrata el mundo de los ingenios azucareros, concretamente de Ledesma, en Jujuy, que es donde ella nació. Y después podemos irnos hacia el sur, en Un Piano en Bahía Desolación, una ficción que parece una crónica aunque ella jamás fue hacia el sur y jamás vivió ni vio con sus propios ojos la historia de la trata de personas y de la prostitución. Y por último, en La mamacoca, su última novela, trabaja la situación del narcotráfico en la zona selvática. Su proyecto ha sido narrar la Patria y cada región del país con un problema específico.
Río de las congojas es la Mesopotamia, Un Piano en Bahía Desolación, el sur, La Flor de Hierro, el noroeste; La mamacoca, el noroeste.
Una curiosidad, que aporta Viola: “En Un Piano en Bahía Desolación empieza y no se entiende si es un haiku, un poema o un cadáver exquisito y después nos dimos cuenta que enumera los nombres de seis boliches donde prostituyen a las chicas en el sur”.
--¿Por qué ha sido el secreto más injustamente guardado de la literatura argentina?
--Podríamos poner varias hipótesis o en forma de pregunta –dice Viola: ¿porque era mujer?, ¿Porque era esposa de un poeta nacional y entonces no se permite en una misma casa tener dos grandes personalidades literarias? ¿Porque era peronista y escribió realmente mucho tiempo durante el peronismo proscripto? ¿Porque tiene un apellido muy difícil de pronunciar? ¿Porque había otras escritoras que escribían más fácil? La idea es que ahora otras editoriales se interesen por publicarla.
El programa completo de #OperativoLibertad
Las actividades se llevarán adelante el 21 de agosto en el CCK, con entrada libre y gratuita.
16 h: Presentación del libro La ventana de Libertad. Con Florencia Abbate, Herminia Terrón y Silvia Hopenhayn.
17 h: Mesa debate sobre Río de las congojas. Con Nora Domínguez, Dolores Reyes, Matilde Sánchez, y Ariel Schettini.
15:30, 16:30 y 17:30 h: Visita guiada al mundo Demitrópulos. Recorrido performático por los lugares más secretos del Centro Cultural Kirchner descubriendo la obra de una escritora secreta. Con Sol Titiunik y Cristian Jensen
18 h: Peronismo y literatura. Con I Acevedo, Rodolfo Edwards, y Mariano Dorr.
19 h / Cierre: ¡Camila Sosa Villada es María Muratore! En la piel del personaje María Muratore, representará en la Sala Argentina fragmentos de la novela Río de las Congojas.