El canciller de Paraguay, Julio Arriola, convocó al embajador de Estados Unidos en Asunción, Marc Ostfield, para pedirle información oficial sobre las acusaciones de corrupción de Washington contra dos políticos del gobernante Partido Colorado, el expresidente Horacio Cartes y el vicepresidente, Hugo Velázquez.
A fines de julio, Estados Unidos anunció que cerraba sus fronteras, por presunta corrupción, a Cartes, quien ya era investigado por la justicia paraguaya por presuntas irregularidades en sus negocios privados. La semana pasada anunció lo mismo con respecto a Velázquez, lo cual sorprendió, porque no había acusaciones previas en su contra.
En una primera reacción, Velázquez dijo que era inocente pero renunciaría a su cargo y a la precandidatura presidencial por el Partido Colorado para las elecciones de 2023. Este último paso se concretó el fin de semana -su lugar fue ocupado por el exministro Arnoldo Wiens- pero el jueves Velázquez anunció que resolvió no dejar la Vicepresidencia.
En una extensa conferencia de prensa, recordó que él dijo que renunciaría para defenderse en la justicia como "un ciudadano de a pie" y explicó que no hay causas en su contra ni en Estados Unidos ni en Paraguay: "no tengo en qué Estado defenderme", simplificó. Detalló que, antes de decidir permanecer en el cargo consultó a la fiscalía paraguaya, desde donde le dijeron que no tenían elementos para abrir una investigación en su contra y que habían pedido información a Estados Unidos.
El presidente paraguayo, Mario Abdo, que había agradecido a Velázquez por renunciar en medio de la polémica, dijo el jueves que "respeta" su "decisión personal" de mantenerse en el cargo. "Es una estrategia y decisión personal del vicepresidente de la República, que fue electo también por la voluntad popular y bueno, yo respeto su decisión", manifestó.
Ante una consulta al respecto, Abdo dijo que su gobierno no recibió comunicación oficial de Estados Unidos profundizando sobre las acusaciones y que solicitó a su canciller que pidiera más información al respecto.
Siguiendo esa directiva, el canciller convocó al embajador a una reunión, que fue en la mañana de este viernes. Luego del encuentro, Ostfield aseguró en su cuenta de Twitter que le manifestó a Arriola que "las designaciones sobre corrupción significativa no son políticas, sino que Estados Unidos ejerce su derecho de decidir quién es elegible para ingresar a su territorio". Añadió que Washington seguirá "usando todas las herramientas disponibles para combatir la corrupción, y la decisión de utilizarlas está determinada únicamente por la evidencia y las autoridades legales" de su país.
Cuestionamientos del Partido Colorado
En tanto, en el oficialismo crecen las voces que hablan de una supuesta injerencia de Estados Unidos en la política paraguaya, que afectaría no solo el proceso electoral sino también la institucionalidad.
El Senado convocó para el lunes al canciller, a quien le pedirá información oficial sobre las acusaciones de Washington contra Cartes y, especialmente, Velázquez.
La senadora colorada Lilian Samaniego, aliada de Cartes, contó el jueves que se reunió con Velázquez para aconsejarle que no renunciara a la Vicepresidencia mientras no se presenten pruebas que respalden el señalamiento estadounidense. "Conozco y valoro la colaboración de Estados Unidos" en la lucha contra el narcotráfico, subrayó, pero a su vez consideró que "el embajador de Estados Unidos no puede, en una conferencia de prensa, decidir la vida política e institucional del país".
Para hacer estas acusaciones, subrayó Samaniego, Washington "tiene que tener los elementos, las pruebas fehacientes" que las respalden.