El expresidente y candidato, Luiz Inácio Lula da Silva, realiza este sábado la segunda movilización masiva de la coalición Brasil da Esperança en San Pablo, luego del lanzamiento oficial de la campaña de cara a los comicios de octubre.

Lula estará acompañado por su compañero de fórmula, el exgobernador paulista Geraldo Alckmin, el candidato a gobernador de San Pablo, Fernando Haddad, y el candidato a senador por ese estado, Márcio França.

El acto, para el que se espera una alta concurrencia, se llevará a cabo esta mañana en Vale do Anhangabaú, en el centro de la capital paulista. Se trata de un lugar con un alto componente simbólico para la izquierda brasileña, ya que en abril de 1984 se realizó allí una manifestación multitudinaria del movimiento político “Diretas Já”, que reclamaba elecciones presidenciales directas, en contraposición a la propuesta del régimen militar.

Los militares brasileños habían creado un sistema de elección indirecta que, en la práctica, homologaba como Presidente al candidato que proponía la cúpula de las Fuerzas Armadas.

Se estima que en esa movilización determinante para la caída del régimen participaron centenas de miles de brasileños (algunos dicen que más un millón), entre ellos el entonces sindicalista metalúrgico Lula. Por esos años, la desaprobación del régimen militar que había empezado en 1964 era cada vez más alta.

En aquel acto de 1984 hablaron políticos brasileños que luego jugarían un papel clave en la recuperación democrática, como Tancredo Neves, Fernando Henrique Cardoso, Mário Covas y el propio Lula.

Los integrantes del comando de campaña de Lula consideran que este lugar emblemático puede ayudar en la intención de mostrar esta contienda electoral como un nuevo capítulo en la defensa de la democracia brasileña.

La tensión ha sido uno de los factores más importantes en este arranque de la campaña. La Policía Federal (PF) de Brasil designó a un “grupo de élite” para reforzar la seguridad en los actos masivos de Lula, en medio de amenazas por posibles hechos de violencia.

En los análisis de inteligencia que viene realizando la PF en los últimos meses, Lula aparece como el candidato con los niveles de riesgo más altos para esta campaña electoral. La seguridad del presidente Jair Bolsonaro, que busca la reelección, no es responsabilidad de la PF sino de la vigilancia presidencial.