El papa Francisco expresó este domingo su preocupación por la situación de Nicaragua, aunque no se manifestó sobre el arresto del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, ocurrido el viernes. Tras rezar su Ángelus, aseguró que sigue “desde cerca con preocupación y dolor la situación creada” en ese país “que involucra a personas e instituciones”.

"Quiero expresar mi convicción y deseo de que, por medio de un diálogo abierto y sincero, se puedan encontrar todavía las bases para una convivencia respetuosa y pacífica. Pidamos al Señor por intercesión de la Purísima que inspire esto en el corazón de todos", dijo el pontífice.

Pedidos de pronunciamiento

A través de una carta, 26 expresidentes y miembros de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) instaron este miércoles al papa a pronunciarse sobre la situación crítica que atraviesa Nicaragua bajo el gobierno de Daniel Ortega.

“Es con preocupación agravada que observamos lo que acontece en Nicaragua bajo la primitiva dictadura de los Ortega Murillo, (en referencia también a la vicepresidenta y esposa de Ortega, Rosario Murillo) que luego de perseguir y criminalizar a los liderazgos políticos y sociales como de cercenar de modo radical toda la libertad de expresión y de prensa, ahora avanza hacia la persecución de los líderes episcopales católicos, los sacerdotes y las religiosas (...) expulsándolos (...) del territorio nacional”, expresaron en el comunicado.

“Esperamos dé una firme postura de defensa del pueblo nicaragüense y su libertad religiosa por S.S Francisco, cabeza de la Iglesia Católica Universal”, añadieron.

Esta petición, que surgió en el contexto de reiterados casos de detenciones a sacerdotes en el año, fue firmado por Óscar Arias (Costa Rica), José María Aznar (España), Nicolás Ardito Barletta (Panamá), Felipe Calderón (México), Laura Chinchilla (Costa Rica), Alfredo Cristiani (El Salvador), Iván Duque (Colombia), Vicente Fox (México), Federico Franco (Paraguay), Eduardo Frei (Chile), Lucio Gutiérrez (Ecuador), Osvaldo Hurtado (Ecuador), Luis Alberto Lacalle Herrera (Uruguay), Mauricio Macri (Argentina), Jamil Mahuad (Ecuador), Mireya Moscoso (Panamá), Carlos Mesa (Bolivia), Andrés Pastrana (Colombia), Sebastián Piñera (Chile), Jorge Tuto Quiroga (Bolivia), Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica), Julio María Sanguinetti (Uruguay), Luis Guillermo Solís (Costa Rica), Álvaro Uribe (Colombia), Juan Carlos Wasmosy (Paraguay), y Rafael Ángel Calderón (Costa Rica).

Además, unas 60 organizaciones de la sociedad civil nicaragüense habían enviado una carta en conjunto al Papa y pidieron con "desesperación" su pronunciamiento. "Nos sentimos conmovidos e indignados por las imágenes en las cuales Monseñor Rolando José Álvarez, Obispo de la diócesis de Matagalpa, aparece rodeado de agentes de la Policía Nacional, hincado con el Santísimo en custodia en las manos tras ser impedido de ingresar al templo para celebrar los oficios religiosos propios de ese día", expresaron en la misiva.

La detención del obispo es el último episodio de una serie de desencuentros entre el gobierno de Ortega y la Iglesia Católica que comenzó en 2018, cuando los templos dieron refugio a los manifestantes heridos en las protestas de ese año.

El gobierno acusa a los obispos de haberse aliado con la oposición para sacar del poder a Ortega en un fallido golpe de Estado promovido por Estados Unidos. Las autoridades abrieron una investigación a Álvarez por "organizar grupos violentos" e incitar al "odio" para "desestabilizar el Estado de Nicaragua".